Foto : El Diario Montañés
Miércoles 14 de septiembre de 2016
"Mi jornada ha terminado". Así justificaba un maquinista el abandono a mitad de camino de un tren Alvia en el trayecto Santander-Madrid. Con esta insólita reacción, el empleado dejó tiradas ayer martes a más de 70 personas en Osorno, una localidad de Palencia.
Según El Diario Montañés, el suceso se enmarca en una disputa que mantiene Renfe con los sindicatos. "Nos han dicho que el maquinista ha decidido parar porque ha terminado su jornada laboral y no quiere arriesgarse a tener un accidente por exceso de horas", aseguraba uno de los pasajeros. Casualmente, el comité y la empresa se reúnen este miércoles en Madrid y una de las exigencias de los sindicatos es la contratación de más maquinistas.
Tal y como informa El Diario Montañés «Nos han dicho por megafonía que el tren se detiene por problemas técnicos», escuchaban los más de setenta pasajeros que en esos momentos viajaban en el tren. A los quince minutos los usuarios volvían a recibir un mensaje por los altavoces de los vagones. «Dijeron que el maquinista había decidido parar porque había terminado su jornada laboral y no quería arriesgarse a tener un accidente por exceso de horas». La indignación crecía dentro del tren.
Los afectados no dudaron en abandonar sus asientos en busca de explicaciones. Las puertas del tren permanecieron cerradas hasta que llegó a la estación la Guardia Civil. Las hojas de reclamaciones se agotaron en un abrir y cerrar de ojos y hubo pasajeros que se quedaron sin poder expresar por escrito su enfado.
Mientras tanto, la información iba llegando a cuenta gotas. El único revisor del tren tardó más de una hora en informarles de que la compañía iba a ponerles a su disposición un servicio de autobús para trasladarles a sus destinos. Pero el tiempo pasaba y los pasajeros seguían sin noticias. «Al parecer están teniendo problemas para encontrar a estas horas un autobús que esté dispuesto a llevarnos a Madrid. ¿No sería más fácil que trajeran un conductor de Palencia? No entiendo nada», se quejaba una pasajera. En efecto, su presagio no iba mal encaminado. Los pasajeros con destino a Palencia y Valladolid lograron subirse a un autobús sobre las once de la noche. Los de Madrid seguían esperando con el temor de no llegar a tiempo a la capital cántabra. Sobre las once y media de la noche, Renfe puso a disposición de los viajeros que quedaban en el convoy un autobús para su desplazamiento a Madrid.
La compañía ferroviaria ha pedido disculpas a los afectados y ha asegurado que se reembolsará el importe íntegro del billete y mantiene abiertos todos los cauces de atención al cliente. Renfe ha abierto una auditoría interna para conocer con detalle las causas de la incidencia y se ha solicitado al maquinista del Alvia un informe exhaustivo.
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