REDACCION | Jueves 06 de octubre de 2016
Diego Matamoros inunda la portada de Semana, pues se muestra dolido tras la boda de su padre, Kiko Matamoros, con Makoke. “La boda de mi padre es otra bofetada a mi madre”, afirma.
Además, la romántica boda de Marta Hazas y Javier Veiga en Santander, así como el estreno como bloguera de Raquel Bollo para la publicación, en el que enseña su vestido para la boda de Kiko Rivera.
Lo que nadie sabe de la visita de Pippa Midletton a España.-
La hermana de la duquesa de Cambridge estuvo comiendo en un restaurante de San Sebastián y se unió a la fiesta de dos familias que felicitaban a sus abuelos por las bodas de oro
Aunque su intención era pasar desapercibida, lo cierto es que Pippa Middleton lo tiene complicado, pues son muy pocas las personas que a día de hoy no conocen a la exuberante hermana de la duquesa de Cambridge.
Los que la vieron por las calles de San Sebastián, destino elegido para pasar un fin de semana de placer, afirman que tanto ella como sus acompañantes se cuidaron muy bien de no ser fotografiados. Sin embargo, los que pudieron tratar con ella, afirman que su actitud y su manera de interactuar son de una chica normal, muy simpática y totalmente encantadora. Así lo expresa una trabajadora del hotel ‘De Londres y de Inglaterra’, que fue donde se alojaron y lo confirma la dueña del famoso restaurante Branka, donde decidieron parar a comer.
La dueña del local quedó impresionada por tanta simpatía y cercanía que no esperaba. Comenta que Pippa llegó vestida con vaqueros y zapatos planos, tan casual como cualquiera de las cinco personas que la acompañaban, dos mujeres más y tres hombres. Pidieron jamón y pimientos de cristal y pescado, y para beber vino Macón.
Pero lo que nadie conoce del agradable almuerzo es que, junto a ellos, había otras dos mesas que, coincidencias de la vida, estaban celebrando las bodas de oro de sus mayores. Todos querían pasar un buen rato y cantaron y soplaron velas para celebrar los felices y duraderos matrimonios, fiesta a la que se unieron Pippa y su mesa sin dudarlo cantando y aplaudiendo cuando lo vieron oportuno.
Es más, explica divertida la dueña, que cuando sacaron las grandes tartas a los homenajeados, ella pidió que por favor se las dieran a probar porque tenían una pinta irresistible. Lo que terminó de encandilar a los españoles allí presentes.
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