Miércoles 28 de diciembre de 2016
El que mejor canta en el mundo la canción de "El tamborilero" sentó en su propio sillón a Bertín para hablar de su nuevo disco, del que se encuentra ahora en promoción, pero también de otros temas personales muy jugosos. Entre ellos estuvo el de la gravísima enfermedad que le llevó al borde de la muerte: fue trasplantado de hígado y sufrió un rechazo. Ahora, en lo más alto de nuevo y lleno de vitalidad, explicó al cantante que esos fueron sus momentos más bajos.
Raphael explicó que él nunca ha bebido, algo que confirman sus más allegados. Sin embargo, tomó un hábito solitario del que muy pocos sabían: beber en el hotel antes de dormir. "Yo no he bebido nunca ni he fumado, pero empecé a beberme los botellines de alcohol de los hoteles… Me hacían dormir", explicó. "Yo notaba ciertas cosas, pero tampoco quería enterarme. Cuando la enfermedad dio la cara ya era demasiado tarde…", contó.
Raphael sufrió hepatitis, cirrosis y terminó necesitando un trasplante. Una vez comenzado el tratamiento "jamás" pensó en volver a coger una botella porque siempre ha sido "una persona muy sana". A pesar de su estado, Raphael estuvo trabajando durante un mes entero en Valencia donde había firmado un contrato y realizó la actuación de la Gala de Navidad.
El cantante se sinceró también sobre la soledad del artista y la enorme actividad que llegó a mantener en esos años, abruptamente cortada por sus problemas de salud.
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