El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, forma parte de las cinco instituciones de cuatro países europeos que participan en el proyecto titulado “Hacia un bypass activo para la reconexión neural” (byAxon).
El proyecto, cuya duración será de cuatro años y cuenta con un presupuesto total de 3,7 millones de euros, forma parte del programa de la Comisión Europea denominado FET-OPEN cuyo objetivo consiste en fortalecer investigaciones de alto riesgo basadas en ideas rompedoras.
La idea rompedora que sustenta el proyecto byAxon, con una asignación directa al SESCAM de 450.000 euros, consiste en “fabricar el prototipo de un implante activo que pueda funcionar directamente en la médula espinal. La función principal de este dispositivo será restablecer la trasmisión de señales eléctricas, actuando como un bypass activo local en la médula espinal lesionada, algo que no es posible con la tecnología disponible actualmente”, afirma la doctora María Concepción Serrano López-Terradas, bióloga e investigadora principal del equipo de Parapléjicos, integrado también por la doctora Elisa López Dolado y Francisco Ankor González.
El reto pasa por encontrar estructuras útiles para la recuperación funcional. El concepto de utilidad hay que ampliarlo, “pueden ser útiles porque reparen, y eso ya sería conseguir el gran sueño, pero también porque estabilicen e impidan que empeore el daño o porque aporten información sobre la lesión y su evolución que no podemos obtener por los métodos hasta ahora descritos”, afirma la doctora Elisa López quien, entre otras cosas, intentará aportar la visión realista que da la experiencia clínica directa a la hora de interpretar los resultados funcionales del estudio.
La gran oportunidad que representa el proyecto byAxon, asegura la doctora Serrano, es que los dispositivos con propiedades sensoras y de estimulación eléctrica que se utilizarán estarán construidos, fundamentalmente, con materiales de última generación desarrollados por técnicas de nanotecnología.
El dispositivo contendrá dos partes principales, una que consistirá en elementos sensores para la detección de estímulos eléctricos y la otra dedicada a la estimulación eléctrica sobre el sistema nervioso para intentar restablecer la transmisión de señales.
La forma simplificada de visualizar lo que se pretende es que el cerebro envía un estímulo que viaja por la médula espinal sana y llega al dispositivo con componentesnanométricos que se fabricará con el byAxon, situado en la zona de lesión. El bypass debe interpretar la señal, traducirla y transferirla al otro lado de la lesión.
“Quizá la perspectiva nanométrica provea una visión más compleja de los fenómenos, con suerte más ajustada a los cambios que se producen tras una lesión medular”, explica López Dolado.
Uno de los puntos fuertes de byAxon es que se apoya en un consorcio internacional: la Fundación IMDEA-Nanociencia de España, la Escuela Internacional Superior de Estudios Avanzados de Trieste en Italia, el Centro Nacional de Investigación Científica CNRS de Francia, Mfd-Diagnostics GmbH de Alemania y el propio Hospital Nacionalde Parapléjicos en Toledo.
De estas instituciones ha salido un equipo de especialistas en ciencia de materiales y biomateriales, ingenieros, expertos en electrónica y en nanotecnología al servicio de la fabricación de sensores y electrodos; especialistas en electrofisiología aplicada a la funcionalidad de los tejidos nerviosos, biólogos para la valoración de la biocompatibilidad y médicos aportando su visión clínicapara ajustar los resultados a las expectativas.
“Lo que más me gusta en este consorcio es que un mismo problema complejo se abordará por gente diferente en sitios distintos, lo que permite interactuar pero también proporciona a la vez espacio para no condicionar el pensamiento de los otros”, considera la doctora Dolado. Además, apostilla Concepción Serrano, “el hecho de que haya resultados que se repitan con abordajes ligeramente diferentes da la oportunidad de comprobarla reproducibilidad de cada paso”.
Por último, la respuesta a la pregunta de cuándo será posible solucionar el problema de la lesión medular está teñida de prudencia y de empatía con quien la sufre. “Desde la perspectiva de quien ve la cara de los pacientes todos los días, no es tan importante el cuándo, sino explicar bien el porqué de nuestros esfuerzos. Poner una fecha es ser impreciso. Si me pregunta si por medio de este trabajo se van a aportar datos suficientemente robustos como para progresar y acercarnos a poder responder el cuándo, la respuesta es sí”, concluye Elisa Dolado. En todo caso, ambas científicas apuestan por una solución terapéutica combinada.