El Ayuntamiento de Guadalajara sigue apostando por la innovación y el desarrollo de nuevos proyectos de I+D+I que refuercen la transformación de Guadalajara en "Ciudad inteligente".
En esta línea de actuación se enmarca el pionero proyecto piloto denominado Smairt, que ha presentado esta mañana Francisco Úbeda, concejal responsable municipal del área de Medio Ambiente, junto con. Rafael Fando y Pablo Hian, director general y gerente, respectivamente, de la Fundación Centro de Innovación de Infraestructuras Inteligentes (C13).
Smairt es un proyecto de innovación consistente "en la implantación de estaciones de medición de parámetros medioambientales en tres puntos de la ciudad, con el fin de informar a los ciudadanos de los niveles de calidad del aire", tal y como ha explicado el edil.
En concreto, de las tres estaciones una se ha instalado en la calle Pescadores y las otras en dos puntos de la zona del aparcamiento de Santa María, en la calle de Ramón y Cajal.
Los parámetros monitorizados azufre (SO2), el dióxido de nitrógeno (NO2), el monóxido de carbono (CO), el ozono (O3) y las partículas en suspensión (PM10).
Cada una de las estaciones incluye todos los sensores medioambientales y se comunican entre sí mediante la aplicación del protocolo "6LoWPAN", que permite crear una red de sensores inalámbricos.
Gracias a este sistema de medición, los ciudadanos pueden consultar en cualquier momento la calidad del aire que se respira en nuestra ciudad.
La información sobre la calidad del aire se puede obtener a través de la web específica del proyecto www.smairt.es, donde semuestra la información de las mediciones a tiempo real. También se puede consultar el índice de calidad del aire en el panel informativo ubicado en el Eje Cultural. Este panel contiene un código de colores con el que se indica el índice de calidad del aire (bueno, admisible, deficiente o malo) para cada uno de los parámetros monitorizados como el dióxido de azufre, monóxido de carbono, etc.
Esta información se puede consultar también en el portal de Medio Ambiente de la web municipal www.guadalajara.es.
Este sistema se enmarca en los proyectos desarrollados por la Fundación Centro de Innovación de Infraestructuras Inteligentes (C13) en el Living Lab de Guadalajara, fruto del convenio firmado en 2013 con el Ayuntamiento para el desarrollo e implantación de proyectos piloto en el "Eje Cultural de Guadalajara".
En este proyecto se ha contado con la colaboración de un equipo de investigadores del Departamento de Electrónica de la Universidad de Alcalá, "que han diseñando una placa de sensores medioambientales de bajo coste y con un razonable grado de precisión", ha explicado el edil. Para calibrar estos nuevos dispositivos se ha tomado como referencia los datos de la estación meteorológica de la Junta de Comunidades.
El objetivo de este proyecto piloto no es otro que el de crear pequeñas estaciones que permitan conocer los niveles de contaminación del aire a unos costes muy bajos y asequibles para cualquier ayuntamiento.
Gracias a este proyecto, el Ayuntamiento podrá informar a los ciudadanos del nivel de contaminación del aire a unos costes muy bajos y a tiempo real. Otra de las ventajas de estas estaciones es que facilitarán datos, que si bien no son oficiales, si permitirán poder establecer medidas correctoras o preventivas para atajar la contaminación en una zona específica de la ciudad.
Si el proyecto tiene el éxito que le augura el edil de Medio Ambiente, se implementará en un futuro con un sistema añadido que permita calibrar el índice de contaminación por ruido.
Mediante este proyecto, relacionado con el concepto de Internet de las cosas, la ciudad de Guadalajara apuesta de nuevo por la innovación y la sostenibilidad.
Francisco Úbeda ha aprovechado la comparecencia para recalcar la importancia del acuerdo adoptado en el pleno celebrado el pasado viernes relativo a la adhesión de Guadalajara al Pacto de Alcaldes integrado por el clima y la energía.
Mediante este acuerdo el Ayuntamiento de Guadalajara se compromete a cumplir los tres compromisos incluidos en dicho pacto: reducir las emisiones de efecto invernadero en al menos un 40% de aquí a 2030; mejorar la resilencia, bien mitigando los efectos del cambio climático o adaptándose a él, y en tercer y último lugar "compartir los resultados con otros municipios".
El siguiente paso, una vez cumplimentados los trámites administrativos y presentación de documentación, hay que elaborar un diagnóstico, "que ya está hecho", y un inventario de los gases de efecto invernadero que se generan en nuestra ciudad. Una vez elaborada esta información, el paso siguiente consistirá en la elaboración de un Plan de Acción que deberá estar ejecutado en el plazo de dos años, a contar desde la fecha de la aprobación del acuerdo de adhesión.
Entre las principales novedades de este nuevo pacto, destaca en palabras del edil, las auditorias a las que habrá que someterse cada dos años, "en las que se analizará el grado de cumplimiento del pacto". Otra diferencia señalada es que se auditarán además de los servicios municipales, los de otros sectores como el residencial, industrial o ganadero.