El Área Integrada de Salud de Guadalajara se ha sumado a la celebración del Día Mundial de la Actividad Física mediante distintas actividades, deportivas, informativas y concienciadoras sobre la importancia que tiene para nuestra salud un estilo de vida saludable y la práctica de ejercicio físico.
Para ello, la Supervisión de Enfermería de Formación, Docencia, Calidad e Investigación de la Gerencia del Área Integrada de Guadalajara ha instalado mesas informativas para llevar a cabo una intervención dirigida a pacientes, familiares, cuidadores y acompañantes, desde la apuesta del Gobierno regional por la práctica de hábitos saludables para prevenir enfermedades.
Además, se ha llevado a cabo una actividad dirigida a profesionales del Área Integrada de Guadalajara, que han participado en una clase pública de ‘zumba’ en el Hospital Universitario impartida por los monitores Dani Cruz y Nieves Enríquez. Se pretendía que los profesionales sean ejemplo a la hora de transmitir a la población la importancia de realizar una actividad física ajustada a sus posibilidades e informar sobre la conveniencia de una adecuada alimentación basada en la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y legumbres.
Se ha escogido la actividad de ‘zumba’ por basarse en el baile, que se ha demostrado útil para procurar un envejecimiento saludable, y por combinar baile con ejercicios cardiovasculares básicos que puede practicar la mayoría de la población. Asimismo, se valoraba el componente motivador de la música que hace de ésta una actividad que mejora el estado de ánimo y ayuda a combatir el estrés y mejorar las relaciones sociales.
Por otra parte, profesionales sanitarios y residentes de Atención Familiar y Comunitaria han informado a los usuarios del Hospital Universitario y centros de salud acerca de las recomendaciones de actividad física descritas por la Organización Mundial de la Salud, en su Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud para cada grupo de edad.
A lo largo de la mañana, sólo en el Hospital se ha realizado más de un centenar de encuestas a usuarios que han revelado que al menos la mitad de ellos no practicaba actividad física alguna.
En el caso del centro de salud Guadalajara-Sur, se han realizado 129 encuestas; de éstas, un 46,5 por ciento han correspondido a ciudadanos que practicaban actividad física, un 38 por ciento eran personas parcialmente activas y un 15,5 por ciento no practicaban actividad física.
Tras la encuesta, a las personas inactivas se les ha indicado la conveniencia de incorporar el ejercicio entre sus hábitos y beneficiarse de sus ventajas para conseguir un peso adecuado, mejorar la presión arterial, el nivel de colesterol y la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer u osteoporosis, además de mejorar la fuerza, elasticidad, resistencia, disminuir el riesgo de caídas o mejorar el estado anímico.
En el caso de las personas parcialmente activas se les ha animado a aumentar su nivel de ejercicio, y respecto a quienes incorporan el ejercicio físico como algo cotidiano en su vida, se les ha animado a seguir beneficiándose de sus múltiples ventajas bajo la premisa de que la actividad física se traduce “no sólo en más años de vida sino en calidad de vida”.
Según Esther Murillo, enfermera supervisora de Formación, Docencia, Calidad e Investigación, se trata de que el paciente “repita la conducta de realizar actividad física y cree un hábito de vida saludable”. Para ello se recomienda escoger aquello “que se ajuste a las posibilidades y gustos de la persona, algo con lo que disfrute para que esta emoción agradable propicie que la persona incorpore la actividad física como un hábito saludable de vida”.
Por otra parte, recuerda que se debe comenzar con una actividad guiada por un profesional, escoger ropa y calzado adecuado y combinar el ejercicio con una dieta equilibrada.
Asimismo, es conveniente realizar un reconocimiento médico si hace mucho tiempo que no se hace ejercicio, y se han recordado algunas recomendaciones relativas a la respiración, la hidratación, los estiramientos o la necesidad de utilizar protección solar y gafas de sol adecuadas si se realiza deporte al aire libre, así como evitar las horas de más calor en verano y de esperar dos horas tras las comidas principales.