El CD Siguenza mantiene una racha de cuatro victorias consecutivas en otros tantos partidos de liga que le han aupado hasta la cuarta plaza de la tabla clasificatoria. “El de este fin de semana ha sido un partido muy complicado ante un equipo rocoso que juega de memoria, que conoce bien sus virtudes y que las pone en práctica sobre la cancha a las mil maravillas, y que además, sabe minimizar sus defectos”, valora Chema Mayor, entrenador seguntino.
El Trillo presentaba una convocatoria corta, con sólo dos cambios, “un arma de doble filo puesto que abre la puerta de la falsa confianza en que al final del partido el cansancio les puede pasar factura, y se puede tender a dejar todo para más tarde”, sigue el míster.
El CD Sigüenza saltó a la cancha del Nuevo Robledal con la misma dinámica de los últimos partidos, tratando de salir con pelota controlada. Y, pese a que la circulación del balón no era mala, los seguntinos se estrellaban una y otra vez contra el muro que había tejido el míster trillano, Antonio Sancho. Los locales cedieron terreno para iniciar una presión donde más les convenía. La posesión era de los de Mayor, pero el Trillo, con mucho oficio, salía a la contra con peligro.
Con el paso de los minutos, y sin que llegara el gol, la ansiedad se apoderaba de los seguntinos, que no lograron en ningún momento enlazar los pases en línea de tres cuartos. Por el contrario, Samu Tabernero se convertía en una amenza a la contra. “Siempre juega con criterio, es muy activo, y nos volvió a crear problemas”, sigue Mayor.
Tras el paso por el vestuario, la consigna de Mayor era la de abrir el juego, mover el balón de lado a lado buscando el desgaste físico del rival y ocupar las bandas, puesto que el equipo se había obsesionado con penetrar por el centro. El gol seguía sin llegar, pese a que en la reanudación sí generaron alguna ocasión más clara, y el Trillo, en el último tramo del partido, se vio con opciones.
La posesión seguía siendo arlequinada, y en el 77´, a la salida de un córner, Juanbe que viene jugando de central con gran dominio de la situación, remataba de cabeza y recuperaba el rechace para hacer gol. El rival digirió mal un tanto que llegaba cuando se veían con opciones. Los de Sancho no se resignaron, subieron líneas y propiciaron un final de partido loco, con el Trillo volcado sobre la portería arlequinada y el Sigüenza generando ocasiones de gol a la contra que bien pudieron sentenciar el choque. La más clara fue de Samu, que sacó Carlos in extremis, salvando los tres puntos para su equipo.