REDACCION | Domingo 14 de mayo de 2017
El Hospital Universitario de Guadalajara, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), desarrolla desde hace dos años un programa de apoyo al cuidador del anciano dependiente hospitalizado, con el objetivo de capacitar a los cuidadores de los pacientes dependientes.
Impulsado desde el servicio de Geriatría, la iniciativa pretendía dar respuesta a las dudas que mostraban los cuidadores de este tipo de pacientes con patologías muy frecuentes. “Son situaciones que agobian mucho a las familias y para las que no suelen contar con formación”, ha señalado el jefe de servicio de Geriatría del Hospital de Guadalajara, Juan Rodríguez Solís.
De manera análoga a las Escuelas de Salud y Cuidados, este programa, enmarcado en la estrategia de humanización de la Consejería de Sanidad, se inició en la Unidad de hospitalización de Geriatría y se ha extendido a las distintas áreas de hospitalización con pacientes que requieren cuidados complejos una vez reciben el alta.
El objetivo inicial era abordar el cuidado de las personas mayores, que ante el aumento de la esperanza de vida, desarrollan patologías degenerativas derivadas del envejecimiento y que, junto a otros problemas de salud y una progresiva pérdida de autonomía, necesitan los cuidados de familiares o de un cuidador informal.
Así se procura la capacitación de los cuidadores y que éstos apliquen, evalúen y reajusten los cuidados que proporcionan a las personas mayores de cara al adecuado manejo de sus necesidades en su domicilio.
“Cuando estos pacientes reciben el alta los familiares siempre plantean muchas dudas”, añade el doctor Rodríguez Solís, “y estamos muy satisfechos porque la gente lo recibe muy bien y se convierte no sólo en una sesión teórica sino un lugar donde hablar de sus experiencias, de cómo han ido resolviendo situaciones, y les ayuda a liberarse y comprobar que no están solos”.
La directora de Enfermería del Área Integrada de Guadalajara, Ana Hurtado, valora la importancia de este tipo de sesiones educativas, que comenzaron con el abordaje de los cuidados que requiere el paciente geriátrico cuando regresa a su domicilio con los temas que más afectan al mayor y al cuidador, como conseguir ingestas adecuadas, mantener un buen ritmo intestinal, manejo de la incontinencia urinaria y conseguir un descanso adecuado.
Ahora, ha explicado Hurtado, los contenidos se extienden a los autocuidados que requiere el paciente tras un proceso agudo que limita su funcionalidad, y van desde los proyectos en torno a la “vuelta a casa tras un infarto de miocardio o un infarto cerebral”, hasta temas que contribuyen a la promoción de la salud, como el fomento del ejercicio físico, la alimentación adecuada, la toma segura de medicación o cómo cuidarse si se precisan medidas de aislamiento.
“El aprendizaje es más eficaz cuando se lleva a cabo en respuesta a una necesidad y en estas dinámicas fluyen experiencias y valores en el afrontamiento de situaciones complejas”, concluye la directora de Enfermería, que destaca que “no se sabe cuál va a ser el momento, el lugar o el profesional que va a influir sobre los cuidados de una persona, y es mucho más fácil aprender cuando lo aprendido se va a aplicar de inmediato”, ha finalizado Hurtado.
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas