El 13 de diciembre comienza el juicio
REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
El fiscal solicita 18 años y cinco meses de prisión para J.A.M.G y J.J.C.P, acusados de asesinar a Miguel Ángel Hernando el 24 de mayo de 2010 en la localidad de Cifuentes (Guadalajara), por un delito de asesinato y otro de estafa. Asimismo, pide que los acusados paguen una indemnización de 40.000 euros para cada uno de los padres de la víctima, así como 20.000 euros a cada uno de los hermanos. Será el próximo martes, 13 de diciembre, a las 9.30 horas cuando comience el juicio contra J.A.M.G y J.J.C.P en la Audiencia Provincial de Guadalajara. Según las conclusiones provisionales recogidas en el escrito de acusación formulado por el Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, se pone de manifiesto que J.A.M.G y J.J.C.P --el primero de ellos familiar de la víctima-- son "amigos desde hace años", ambos "sin antecedentes penales" y en estos momentos "privados de libertad por esta causa desde el 29 de mayo de 2010". SIGUE
Según el Fiscal, el día 22 de mayo, los acusados, tras reunirse en una localidad próxima a Aranjuez, idearon un plan para obtener dinero de forma "rápida", ya que J.A.M.G. era conocedor de las circunstancias económicas y costumbres de la familia de la víctima.
Así, en la noche del 23 al 24 de mayo ambos acusados, cada uno en su vehículo, se trasladaron a Cifuentes, llevando en uno de ellos "bolsas de plástico, guantes, una barra de hierro, cuerda y una manta". Esa noche durmieron en la casa que la familia de J.A.M.G. tiene en Cifuentes y, el día 24, éste fue a la nave donde trabajaba Miguel Ángel y su familia manifestando a estos que había venido a vender un coche antiguo, concretamente un Bugui, y marchándose posteriormente.
Ya por la tarde, a las 17.00 horas, fue a la tienda de la familia del fallecido y le dijo a la madre que quería hablar con su hijo por unas piezas que necesitaba. La madre llamó a su hijo y estos quedaron en casa de J.A.M.G. para que le ayudara a arreglar el coche que pensaba vender.
El joven Miguel Ángel acudió a la hora que habían quedado. J.A.M.G. le enseñó el coche diciéndole que no funcionaba y, cuando se encontraba inclinado mirando el motor, J.J.C.P. le echó una manta por encima, tapándole la cabeza, y golpeándole en múltiples ocasiones.
A partir de ahí, los detalles de lo que ocurrió acto seguido así como la relación de las heridas que presentaba el cadáver, según el escrito de la Fiscalía, son "espeluznantes"; concluyendo que, finalmente, se le produjo la muerte "por asfixia" después de recibir una brutal paliza para la que se utilizó una barra de hierro.
Una vez muerto, los acusados introdujeron el cuerpo en un plástico, lo ataron con una cuerda y lo metieron en el maletero del Opel del otro acusado J.J.C.P. Dirigiéndose en el mismo a la carretera Nacional 204, al reventar una de las ruedas del vehículo, los acusados arrojaron el cadáver por la cuneta en el kilómetro 37,700, tapándolo con rastrojos por encima.
Tiempo después, sobre las 21.45 horas, J.J.C.P. desde una cabina pública de la localidad de Taracena, llamó al teléfono del domicilio de Miguel Ángel cogiéndolo a la madre a la que le dijo: "le voy a decir una cosa, tenemos a su hijo aquí, no haga nada ni hable con nadie, ni llame a la Policía o morirá, reúna 60.000 euros y ya nos pondremos en contacto".
La madre, alertada por la llamada y como no encontraban a su hijo, llamó a su marido y a la Guardia Civil quienes estuvieron buscándole por los alrededores del pueblo, llegando a participar en la búsqueda el acusado J.A.M.G., tras acudir a hablar con la familia. El cadáver fue hallado el día 27 de mayo en el kilómetro 37,700 de la carretera nacional 204.
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