Procuradores forales, diputados autonómicos y cientos de integrantes de las bases figuran entre los más de ochenta mil expedientes de la Comisión de Garantías Democráticas de Podemos, que vela por la transparencia y la disciplina dentro del partido. Decenas de casos han terminado judicializados en comunidades como Galicia, Euskadi, Extremadura o Cataluña. Los consejos ciudadanos sufren constantes dimisiones por el ninguneo del aparato hacia los círculos. Censuras internas de un partido que el próximo 13 de junio defenderá una moción de censura, por “emergencia democrática”, contra el Gobierno del PP.
Esto es el podemismo ilustrado: todo para las bases, pero sin las bases”, dice Juan José Celorio, procurador por Podemos en las Juntas Generales de Álava. Tanto él como sus compañeros Koldo Martín, Javier Bizarro y Daniel Trujillano están a punto de ser expulsados del partido. Así lo dictaminó hace tres meses la Comisión de Garantías Democráticas de la formación, después de que los cuatro junteros, de los ocho que conforman el grupo, votaran ‘no’ en diciembre de 2016 a los presupuestos generales de Álava, en contra de la postura abstencionista de la portavoz del grupo, Arantxa Abecia, y otras dos compañeras. Hay otra más que lleva varios meses de baja y no votó.
Los cuatro han recurrido, sin muchas esperanzas, su expulsión, al entender que “ni siquiera han analizado las alegaciones que hicimos”, según Javier Bizarro. Las disensiones entre los junteros alaveses empezaron “en el minuto uno de nuestro nombramiento, en junio de 2015”, asegura Trujillano, otro de los expulsados. Por mayoría eligieron portavoz a Koldo Martín. Una elección que, según asegura este, “incomodó al aparato”, liderado entonces por Roberto Uriarte y más tarde, hasta la actualidad, por Lander Martínez, secretario de organización, del sector errejonista, mayoritario en Euskadi aún después de la asamblea de Vistalegre II, de la que salió reforzado Pablo Iglesias. interviú ha intentado, sin éxito, recabar la opinión de Martínez.
“Aquí subyace una lucha de personalismos”, dice Koldo Martín, que también critica la falta de garantías del voto electrónico: “Lo que pide Podemos es que seamos cristianos, que tengamos fe”. Presionado por los errejonistas y también por parte de la dirección nacional, Koldo decidió ceder y pasar la portavocía a Arantxa Abecia, “aun sabiendo que los que la apoyaban estaban en minoría dentro del grupo juntero”. interviú ha tenido acceso al texto de un supuesto acuerdo, de noviembre de 2015, entre el exdirigente Roberto Uriarte y Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, en el que ya se avistaba el futuro de Koldo: “Se desatascarían urgentemente los elementos que impiden el funcionamiento orgánico de Podemos Euskadi mediante la expulsión inmediata de Koldo Martín y su sustitución por Arantxa Abecia”.
La caja de los truenosTras el nombramiento como portavoz del grupo de Arantxa Abecia se abrió la caja de los truenos de los podemistas alaveses. El no a los presupuestos supuso un expediente disciplinario contra los díscolos, que son mayoría dentro del grupo, y su práctica inhabilitación política, al negarles la participación en las comisiones, censurar sus iniciativas parlamentarias y la pérdida del sueldo foral al que tenían derecho dos de ellos como liberados.
A Koldo Martín le acusaron además de haber cobrado indebidamente dietas por valor de 4.000 euros, lo que le llevó a presentar, el pasado marzo, una querella criminal contra miembros de la dirección por un delito contra el honor. Si se consuma la expulsión de los junteros, estos no descartan acudir a la justicia ordinaria para reclamar sus derechos, ni pasarse al Grupo Mixto, sin entregar el acta. Cuentan además, según aseguran, con el apoyo de la mayoría de los círculos de Álava. “Cinco de siete círculos votaron el ‘no es no’ a los presupuestos, pero no quisieron verlo así ni Abecia ni la dirección del partido, que apoyó la abstención”, explica Trujillano. Su compañero Celorio ahonda en la reflexión: “A Podemos Euskadi le hace falta una pasada por el pedrosanchismo, contar más con las bases”.
La actual portavoz, Arantxa Abecia, se muestra contundente contra sus compañeros de Juntas: “Si los expulsan, lo primero que tienen que hacer es entregar las actas de procuradores, que es a lo que nos comprometimos todos por escrito cuando aceptamos el cargo. Por lo demás, nosotras seguimos trabajando normalmente”. La portavoz foral niega que los díscolos cuenten con el apoyo de las bases: “Explicamos la abstención a los presupuestos en los círculos más importantes. Puede que algunos no estén de acuerdo, o que no sean significativos, como el círculo de Oyón, que lo componen apenas dos personas”.
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