REDACCION | Jueves 10 de agosto de 2017
Este fenómeno astronómico permanece activo del 17 de julio al 24 de agosto y alcanzará la máxima actividad este fin de semana, con una tasa estimada entre treinta y 50 meteoros por hora. Son las ‘Lágrimas de San Lorenzo’, sin duda la lluvia de estrellas más popular del año aunque ni mucho menos es la de mayor intensidad.
Si bien el mejor momento para observar las Perseidas será en la madrugada del domingo, un par de horas antes del amanecer y cuando el radiante situado en la constelación de Perseo tendrá una elevación considerable sobre el horizonte, AstroYebes invita a los aficionados a la astronomía, a los curiosos y al público en general a disfrutar de este espectáculo. Será este sábado a partir de las 22 horas y hasta la medianoche desde el Punto de Observación del bosque de Valdenazar, a apenas 150 metros de la entrada del campo de golf de Valdeluz.
Situado a más de 920 metros sobre el nivel del mar, este espacio reúne unas condiciones idóneas para disfrutar de las Perseidas. “Dado que el lugar en la bóveda celeste del que parece emanar este goteo constante de estrellas fugaces se sitúa en la constelación de Perseo, que está orientada al noreste, la contaminación lumínica de Madrid apenas interferirá la visión”, apunta Miguel Cócera, alcalde de Yebes.
Puesto que la Luna no hará acto de presencia hasta la medianoche en fase de cuarto creciente, con un 72% de iluminación que dificultará la visión, los asistentes dispondrán hasta ese momento de un tiempo considerable para observar la estela que dejan estos meteoros al entrar en contacto con la atmósfera terrestre a velocidades vertiginosas. Del tamaño de un grano de arena, estos bólidos tienen una duración mayor y dejan un rastro más brillante que los meteoros convencionales.
El origen de las Perseidas se sitúa en el cometa Swift-Tuttle, que en 1992 pasó cerca de la órbita terrestre y dejó una estela de partículas que nuestro planeta atraviesa año tras año por estas fechas. Este viajero descubierto en 1862 tarda 133 años en completar una órbita alrededor del Sol y la última ocasión que visitó el interior del Sistema Solar fue hace 25 años. Conocidas como ‘Lágrimas de San Lorenzo’ por adquirir su máxima intensidad dos días antes de esta festividad, estas estrellas fugaces son partículas de polvo procedentes de la estela del cometa en su recorrido alrededor del Sol. “La nube que forman estos corpúsculos se dispersa y es atravesada por la Tierra, lo que provoca que se desintegren al traspasar la atmósfera a más de 210.000 km/h de velocidad”, puntualiza Cócera. Esas fulminantes entradas dan origen a las líneas luminosas que irrumpen en el cielo llamadas meteoros.
Desde el Ayuntamiento de Yebes y AstroYebes (Aula Municipal de Astronomía) sugieren a la gente que vaya provista de mantas o esterillas para que puedan tumbarse en el suelo, “que es la posición más cómoda para ver las Perseidas”. O en su defecto de hamacas o sillas de campo con inclinación, además de algún tentempié o bebida refrescante, “porque tendremos que armarnos de paciencia para no perder detalle de la fugaz aparición de estos meteoros”.
Una vez elegido el sitio, habrá que mirar en dirección al noreste, a la búsqueda de Perseo, que estará situada por debajo de la constelación de Casiopea. “Ahí se sitúa el epicentro de esta lluvia de estrellas, aunque en realidad pueden aparecer por cualquier lugar de la bóveda celeste ya que ningún bólido es igual a otro”, puntualiza el alcalde de Yebes. El pasado año, más de 300 personas acudieron a la llamada de las Perseidas al Punto de Observación Astronómica de Valdenazar.
Pero estas precipitaciones estelares no serán el único espectáculo que este sábado se podrá ver sobre el firmamento en esa noche agosteña. El público tendrá que ser puntual porque la observación se iniciará con uno de los espectáculos más sorprendentes que se pueden avistar en el cielo nocturno: el paso de la Estación Espacial Internacional, que sobrevolará por encima de las cabezas a más de 400 kilómetros de altitud. La ISS aparecerá a las diez de la noche y durante seis minutos se podrá seguir el tránsito en dirección noroeste-sureste con una magnitud de brillo muy elevada de -2,5. Con ayuda de los telescopios que AstroYebes dispondrá para la ocasión, los asistentes podrán observar los anillos de Saturno y las franjas gaseosas de Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar, antes de que se oculte por el horizonte sur. Y no solo eso. También se podrán admirar algunos de los objetos más reconocibles de la bóveda celeste. Como la impresionante nebulosa de Andrómeda (M31) o la galaxia espiral del Triángulo (M33), en la constelación de su mismo nombre.
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