Martes 29 de agosto de 2017
Un análisis de sangre que mida el nivel de microvesículas en plasma puede ayudar a predecir los infartos hasta tres años antes de que sucedan, según un estudio realizado por las investigadoras Lina Badimon y Teresa Padró en el Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC).
El estudio, que se ha presentado hoy en el Congreso Europeo de Cardiología, que congrega a 30.000 cardiólogos en Barcelona, ha demostrado que el nuevo biomarcador se detecta mediante el análisis de plasma sanguíneo y predice la aparición de futuros eventos isquémicos, como infartos agudos del miocardio, en pacientes con hipercolesterolemia familiar con alto riesgo cardiovascular.
El trabajo demuestra que niveles elevados de microvesículas circulantes (cMVs) se asocian con un mayor riesgo de infarto independientemente de los niveles de colesterol del paciente.
“Uno de los principales problemas que sigue habiendo en medicina y, en especial, en el área cardiovascular es que resulta muy difícil poder predecir cuándo un paciente va a tener un evento isquémico agudo, ya que los marcadores actuales son poco sensibles”, ha explicado la doctora Padró.
Las microvesículas circulantes son como “pequeñas partículas” que derivan de las células y que se desplazan por la sangre y pueden provenir tanto de células activadas como de células que están entrando en proceso de necrosis o muerte celular.
“Todas las células liberan estas microvesículas en cantidades bajas, pero sabemos que su número aumenta ante la presencia de situaciones patológicas, como los trastornos arterotrombóticos o la hipercolesterolemia familiar”, ha detallado Padró.
“Podemos saber si una microvesícula viene de una plaqueta, de una célula blanca, del endotelio o de un cardiomiocito, por ejemplo, gracias a la presencia de unos marcadores especiales que llevan en la superficie provenientes de la célula madre que las originó y esto también nos brinda información relevante sobre la enfermedad del paciente”, ha indicado la investigadora.
Los investigadores trabajaron con datos de la cohorte SAFEHEART de hipercolesterolemia familiar y analizaron las microvesículas circulantes de 143 pacientes con diagnóstico genético de hipercolesterolemia y por ello un alto riesgo cardiovascular, aunque sin manifestación clínica de enfermedad al iniciar el estudio.
Un total de 95 participantes desarrollaron un evento arterotrombótico dentro de los tres años de seguimiento del estudio pese a estar tratados por su colesterol elevado.
“Estos pacientes estaban súper controlados. Cuando comparamos los niveles de LDL -lipoproteínas de baja densidad- entre los que sufrieron y los que no sufrieron un evento cardiovascular en estos tres años pudimos comprobar que realmente no había diferencia significativa”, según Padró.
“Esto demuestra que realmente este biomarcador nos permite identificar a aquellos pacientes que están en un riesgo de sufrir un evento cardiovascular cuando otros parámetros clínicos no nos lo permiten”, ha aseverado.
Los científicos analizaron diferentes tipos de microvesículas. “Encontramos que aquellos individuos que en el momento de iniciar el estudio tenían niveles más elevados de microvesículas, sobre todo provenientes de plaquetas y de células leucocitarias, son los que presentaron un evento clínico en el periodo de 3 años”, ha concluido Padró.
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