REDACCION | Sábado 02 de septiembre de 2017
En una plaza centenaria,como la de Sacedon,con más de media entrada y un gran ambiente taurino,Curro de la Casa demostró toda la clase,calidad y valor que guardaba en su interior desde hacía un año.
Un año para volver a deleitar al público con un toreo basado en la pureza y el temple,aderezado con un valor descomunal,valor con el que se cimentan las carreras de los grandes del toreo.
En su primero,toro con una embestida más brusca,después de un emotivo brindis al cielo dedicado al maestro Ivan Fandiño,padrino de alternativa de Curro, este basó su faena en ambas manos,metiendo al animal poco a poco en su terreno,lastima el acero que le hizo perder los trofeos,aún así recibió una fuerte ovación por parte del respetable.
El segundo de su lote,de gran trapío,y una bella capa color melocotón,fue un toro que empezó brusco en el capote,y con complejidad en el tercio de banderillas,donde dio un gran susto al subalterno José Mora.Con este segundo Curro trenzó una faena de menos a más,con naturales de perfecta ejecución y belleza,y derechazos trenzados con un gran temple,y un ritmo acompasado que pareció parar el tiempo,para acabar haciendo un remate de faena metido entre pitón y pitón,haciendo que el público,muy implicado,se estremeciera en cada paso del toro a escasos milímetros de los muslos de Curro.Esta gran faena fue rematada por una gran estocada,precedida de un pinchazo en todo lo alto,el resultado final fue concluyente,dos orejas!! Y una merecidisima puerta grande,que no hizo nada más que refrendar el gran toreo que desplegó Curro en la tarde de ayer,toreo puro,valiente y de mucha calidad.
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