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Los descubridores del 'reloj biológico' del cuerpo humano reciben el Nobel de Medicina

Martes 03 de octubre de 2017
Los estadounidenses Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young comparten el galardón por haber desentrañado “los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos”.

“Sus descubrimientos explican cómo las plantas, los animales y los humanos adaptan su ritmo biológico de manera que esté sincronizado con las revoluciones de la Tierra”, destaca la Asamblea Nobel en el comunicado en que anuncia el premio. “Nuestro reloj interno [...] regula funciones críticas como el comportamiento, los niveles de hormonas, el sueño, la temperatura corporal y el metabolismo”.

“Un desajuste crónico entre nuestro estilo de vida y el ritmo dictado por nuestro reloj interno” se ha asociado a “un aumento del riesgo de varias enfermedades”, añade la Asamblea Nobel. Entre ellas, cita “el cáncer, enfermedades neurodegenerativas y trastornos metabólicos” como la diabetes tipo 2. Recuerda asimismo que “las disfunciones del reloj biológico se han relacionado con trastornos del sueño, así como con la depresión, el trastorno bipolar, la función cognitiva y la formación de recuerdos”.

Los tres premiados descu­brieron cómo funciona el reloj biológico en experimentos realizados en los años ochenta y noventa con moscas del vinagre. Posteriormente se demostró que se trata de un mecanismo biológico muy antiguo, conservado a lo largo de la evolución, a medida que se han sucedido las especies, y que también regula el funcionamiento del cuerpo humano.

La comunidad científica ha constatado desde entonces la importancia de este mecanismo en la salud humana. Este reloj interior está implicado en la regulación del sueño, en la liberación de hormonas, en el comportamiento alimentario e incluso en la presión sanguínea y la temperatura corporal. Si, como ocurre en las personas que trabajan en turnos de noche, el ritmo de vida no sigue este guión interno, puede aumentar el riesgo de sufrir diferentes enfermedades, como el cáncer y algunos trastornos neurodegenerativos.

El premio está dotado con nueve millones de coronas suecas, unos 940.000 euros.

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