Durante el mes de diciembre, el detalle monumental estará dedicado al antiguo convento de San Bernardo, el más antiguo del que se tiene constancia en la ciudad de Guadalajara.
A lo largo del citado mes, las personas que visiten el céntrico Torreón del Alamín, recibirán puntual información acerca de la historia del convento que fue derruido en 1950, tras muchas vicisitudes históricas.
“Este convento, perteneciente a la orden cisterciense, a pesar de sufrir a lo largo de su existencia importantes reveses, siempre contó con el apoyo de nobles e hidalgas familias, entre ellas, la familia Mendoza, en especial el Gran Cardenal. Pero son importantes figuras femeninas las que están sin duda ligadas a la historia de este monasterio, una de ellas, la reina Berenguela, a quien se atribuye, en el s. XIII, la fundación del primer monasterio, destruido en un incendio en 1296, cuyo templo conventual quedó reducido a ermita, bajo advocación de la Virgen de Afuera, por hallarse su localización extramuros de la antigua ciudad; otra de las figuras a destacar es sin duda la de doña Isabel, señora de Guadalajara, quien decidió volver a levantar un edificio conventual en el que albergar al grupo de religiosas bernardas que habían perdido casi todo en el incendio anteriormente mencionado. El nuevo monasterio, ubicado en diferente localización del primigenio, ocupaba diversos terrenos cercanos al barranco del Alamín, más cercano que el anterior al núcleo urbano, pero extramuros, pues así lo prescribe la orden del Císter”.