REDACCION | Miércoles 14 de febrero de 2018
La Viceconsejería de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha ha otorgado autorización ambiental integrada para una explotación ganadera de cebo de porcino con una capacidad máxima de 7.200 plazas, ubicada en el término municipal de Quero (Toledo)
La resolución de la Viceconsejería de Medio Ambiente, publicada hoy en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) consultado por Efe, especifica que las instalaciones estarán compuestas por cuatro naves de cebadero, que disponen de fosos de purines interiores, dotados con conducciones y colectores que llevarán los residuos a una balsa de almacenamiento, que tendrá una capacidad de 4.504 metros cúbicos.
La actividad que se desarrollará en esta explotación consiste en el engorde de cerdos con una capacidad de 7.200 plazas y formará parte de un sistema de producción en fases, de la que se encargará de la fase 3 o de cebo.
Ello supone que en la explotación entrarán lechones con aproximadamente 20 kilos de peso y saldrán con destino al matadero con 100 kilos aproximadamente que se prevé que lo hagan transcurridos 125 días, que más tres semanas para limpieza y desinfección dan un total de 146 días por ciclo.
Desde su llegada y hasta el momento de su salida a matadero se mantienen en un recinto cerrado, en el interior de naves delimitado por corrales interiores que disponen de suficiente superficie.
En las naves, los animales disponen de suministro continuado de agua y alimento adaptado a cada una de las fases, prosiguiendo así su crecimiento hasta alcanzar el peso de sacrificio.
Los requerimientos de consumo de agua ascienden a un total de 15.000 metros cúbicos al año para el total de los usos de la actividad y dispone de un depósito de agua elevado de 20.000 litros de capacidad y de un pozo en la parcela para su abastecimiento.
Si no fuera suficiente, la explotación se abastecería puntualmente mediante compra de agua pública u otros orígenes no subterráneos.
En cuanto a las distancias a la que se construirá la explotación ganadera, la resolución indica que no existen explotaciones porcinas de los grupos segundo y tercero a una distancia inferior a 1.000 metros y ninguna explotación del grupo especial a menos de 2.000 metros.
Tampoco existen plantas de purines, mataderos, industrias cárnicas, en un radio de más de 2.000 metros ni centros de concentración a menos de 3.000 metros, por lo que se cumple con la separación sanitaria mínima establecida en el Real Decreto que regula este aspecto.
Además, la distancia al casco urbano más cercano, el de Quero, es de aproximadamente 1,3 kilómetros.
Para autorizar esta explotación, la Viceconsejería de Medio Ambiente ha tenido en consideración la información sobre los vientos dominantes en la zona, con un estudio histórico de los vientos predominantes y la velocidad media mensual.
También ha analizado que se mantiene una distancia adecuada con la laguna Grande de Quero, que con las medidas que se adoptarán "de manera rigurosa" para asegurar la total impermeabilización de las fosas y balsa de purines y el control y vigilancia de la adecuada estanqueidad de los mismos, reducirán al mínimo el posible impacto sobre el humedal derivado de posibles fugas o vertidos accidentales.
Asimismo, se concluye en el estudio que la ubicación planteada está suficientemente alejada de núcleos urbanos, teniendo en cuenta la gestión del purín propuesta, la dirección de los vientos dominante y, la instalación de un pantalla vegetal, que reducirá el impacto visual y la percepción de olores.
Finalmente, la Viceconsejería de Medio Ambiente ha comprobado que no se producen efectos irreversibles, irrecuperables, severos o críticos.
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