REDACCION | Jueves 22 de febrero de 2018
La biblia de las revistas del corazón se hace eco en portada del drama de Arantxa Sánchez Vicario, con las claves de la demanda de divorcio de Josep Santacana. La extenista lo dejó todo por su marido y se enfrentó a su familia.
Además, la verdad sobre la relación de Paula Echevarría con Miguel Torres; la celebración del 45 cumpleaños de Julio Iglesias, Jr. en casa de su madre y en el que habla por primera vez sobre la demanda de paternidad presentada a su padre, así como todos los detalles de la boda de los príncipes de Hannover, en portada.
El drama de Arantxa Sánchez Vicario.-
Arantxa Sánchez Vicario y su todavía marido, Josep Santacana, se enfrentarán en las próximas semanas a una petición de prisión preventiva incoada por el Banque de Luxembourg, entidad a la que adeudan 7.563.969,44 euros mientras se escriben estas líneas. El contador de los intereses sigue corriendo.
Se trata de la segunda ampliación de una querella criminal presentada en primavera de 2015 por alzamiento de bienes y fraude de acreedores en el juzgado Nº 4 de Barcelona. El banco, que logró una sentencia favorable por vía civil pero que aún no ha cobrado un céntimo, cree que la pareja ha cometido nuevos delitos y por ello volvió a dirigirse a la vía penal a finales de enero. Y esta vez les pide a ambos pena privativa de libertad.
En 2009, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia Nacional conforme la tenista tenía que hacer frente a un multa de 3,5 millones más intereses por evasión fiscal. La cantidad final ascendía a 5,2 millones. Hacienda pudo cobrar merced a un aval del Banco de Sabadell y la entidad catalana recuperó su dinero gracias a un contraaval suscrito con el banco luxemburgués, donde Arantxa mantuvo durante muchos años parte de su fortuna, cuando sus intereses los gestionaba International Management Group (IMG).
En abril de 2010, el Banco de Luxemburgo cumplió con la garantía bancaria y el mes siguiente reclamó a la tenista. Lo intentaron varias veces. Enviaron un burofax en julio de ese año y a mediados de mes representantes de la entidad se reunieron con Arantxa y Santacana, acompañados de sus asesores. La respuesta de Arantxa fue que ni conocía su patrimonio ni podía disponer de él y así solicitó más tiempo para poder recabar información y ofrecerle una respuesta al banco.
Todo se produce en mitad de la tormenta sentimental que vive la pareja.
Santacana abandonó el domicilio familiar y pide la custodia de los dos hijos. Según él, la madre no está en condiciones psicológicas óptimas para atenderles. Además, Josep gestionaba el patrimonio de su esposa y se habría hecho con el control total de su fortuna, que ascendería a varios millones de euros.
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