La instalación de macrogranjas de cerdos en la provincia de Guadalajara está generando inquietud y preocupación en toda la población y un reflejo de este hecho es el movimiento ciudadano que ha surgido en la Comarca de Molina de Aragón, en la que un grupo de personas se han unido “para intentar evitar que nos convirtamos en una zona invadida por la producción porcina”.
Desde hace algún tiempo se están produciendo solicitudes de nuevas macrogranjas en toda la comarca el entorno: Poveda de la Sierra, Riofrio del Llano, Querencia, Brihuega, Cincovillas, Castellar de la Muela, Luzón, etc., además de todos los proyectos que existen en el resto de la región.
“Las macrogranjas de porcino tienen efectos negativos en muchos aspectos de nuestro día a día. La contaminación de olores y proliferación de insectos, que son los más evidentes y que suponen un gran inconveniente supuesto para el día a día de los habitantes de la zona y para el desarrollo de actividades de agroturismo que supone un desarrollo económico sostenible”, afirman.
También destacan “el elevado consumo de agua y la contaminación de los acuíferos por los purines generados es uno de los efectos más graves que podemos considerar. En una zona donde el agua potable es un recurso muy limitado, solo hace falta comprobar como en verano numerosos pueblos se abastecen de agua potable por medio de cisternas. La aplicación intensiva de los purines generados en las macrogranjas en terrenos de cultivo, provocan el aumento de la ya elevada concentración de nitratos y nitritos en nuestros suelos y que al final contaminan los acuíferos”.
“Tampoco nos creemos que la generación de puestos de trabajo sea la panacea ¿Cuántos puestos de trabajo? Uno o menos por cada 2.000 plazas de cerdos. Solo hay que comprobar la despoblación que se produce en los pueblos donde se construyen estas granjas. Es una actividad en la que los beneficios económicos se exportan de la comarca, dejándonos todos los factores negativos, despoblación, contaminación, destrucción de la estructura económica, etc”.
Hace unos meses se creó una plataforma regional, que agrupa y aúna los esfuerzos de todos los colectivos que están trabajando en este sentido en Castilla-La Mancha, STOP CLM MACROGRANJAS y que están consiguiendo visibilizar los problemas reales generados.
Por todos estos motivos, “hemos decidido unirnos en una plataforma Stop Macrogranjas Comarca Molina de Aragon con el objetivo único de poder defender el territorio frente a la invasión de estas instalaciones, un grupo de personas de muy diversas procedencias e ideales, con el único objetivo de favorecer una comarca estructurada a través de desarrollos económicos sostenibles, un lugar de encuentro para todos aquellos que estén en contra de la explotación económica del medio ambiente sin medir las consecuencias”.