Con el título ‘La costa triásica del mar de Tetis: Su litoral y sus saladares’, este sábado 12 de mayo se celebrará el ‘Geolodía 18’ de Guadalajara con una ruta geológica por Riba de Santiuste, Imón y Paredes de Sigüenza. En el itinerario de esta edición se podrá observar la evolución de la historia geológica del Triásico, un periodo de tiempo comprendido entre los 252 y los 210 millones de años de antigüedad; en esta época fue cuando se inició la recuperación de la vida, después de la mayor extinción que ha habido en la historia de la Tierra, cuando desaparecieron hasta el 90% de la especies vivientes.
Tal y como recordó la diputada delegada de Medio Ambiente, Lucía Enjuto, en la presentación “el Geolodía es un conjunto de excursiones gratuitas guiadas por profesionales de la geología que se celebran de forma casi simultánea en todas las provincias españolas y que en la nuestra se hace desde hace 10 años con el apoyo de la Diputación Provincial por entender que supone una apuesta por el conocimiento de nuestro rico y variado patrimonio natural para que todos tomemos conciencia de la necesidad de protegerlo”. Amelia Calonge, una de las impulsoras de estas jornadas desde la Sociedad Geológica de España (SGE), también decana de la Facultad de Educación de la UAH, aseguró que Guadalajara “tiene un patrimonio geológico espectacular y de hecho llevamos diez años sin repetir lugares”.
La asistencia es libre, si bien las personas que quieran utilizar de los tres autobuses gratuitos que partirán frente al Palacio del Infantado a las 9:00 horas deben reservar plaza dirigiéndose al Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente de la UAH, en el teléfono 918854904, o escribiendo un correo electrónico a: mariadolores.lopez@uah.es. Se comerá en el campo de manera que cada persona debe llevar las provisiones que considere necesario (en Imón existe bar y merendero y en Riba de Santiuste un lugar donde comprar bebidas). Se recomienda calzado y ropa adecuada para caminar por el campo, agua, comida, protección solar, etcétera.
Los autores del itinerario de esta edición son Yolanda Sánchez-Moya, Javier Temiño, Juan Antonio Calvo, Mélani Berrocal-Casero, Amelia Calonge y Alfonso Sopeña; los monitores serán Mª Dolores Carrillo, Mariano León, José A. Martínez, Manolo Monasterio, Juan Alberto Pérez-Valera y Ángel Saiz; e Ismael Moreno, Marina Moreno, Anangono Ronny, Gonzalo Vázquez y Alfonso Durán León, estudiantes colaboradores.
Estos días están coordinados por la Sociedad Geológica de España (SGE) y organizadas las Universidades de Alcalá y Complutense (Facultad de Geológicas) con numerosas colaboraciones, en el caso de Guadalajara entre ellas la Diputación Provincial.
Parada 1: Los grandes ríos del comienzo del Mesozoico: Mediante estudios en ríos actuales se puede deducir el tipo de redes fluviales que drenaban parte de la provincia de Guadalajara durante el Triásico. En la ladera Oeste de la loma del Castillo de Riba de Santiuste, afloran cuerpos de areniscas rojas que corresponden a canales fluviales y depósitos más finos de llanura de inundación, producidos por el desbordamiento de los cauces en los momentos de mayores avenidas.
Parada 2: La evolución a un mar cálido y su línea de costa: El conjunto de estructuras sedimentarias observables en los estratos que afloran en el ascenso al Castillo de Riba de Santiuste demuestran el carácter marino y litoral de estos sedimentos. En algunos casos, es posible medir la dirección y la velocidad del flujo de agua que las produjo. Desde el punto de vista paleogeográfico, estos sedimentos son también el registro del máximo avance del mar de Tetis hacia occidente: La línea de costa alcanzó este lugar durante el Triásico y, por tanto, puede afirmarse que al comienzo del mesozoico el litoral marino estuvo en el oeste de la provincia de Guadalajara.
Parada3: La estructura anticlinal y su historia: El anticlinal de Riba de Santiuste es una estructura asimétrica de dirección aproximada NE-SO cuyos excelentes afloramientos permiten analizar los movimientos tectónicos del principio de la Era Secundaria y la evolución posterior, durante la creación de los relieves de la Orogenia Alpina.
Parada 4: El yacimiento de icnitas de Los Arroturos: Se localiza en Paredes de Sigüenza y en él se muestran numerosas pistas (de vertebrados cuadrúpedos, especialmente huellas de las manos producidas en un ambiente costero (a orillas del mar de Tetis) que han sido atribuidas a arcosaurios rauisuquios, unos reptiles de unos 6 metros de longitud y 2 de alto, de aspecto similar a los cocodrilos cuya exclusividad, inusual naturaleza inusual, sus dimensiones y el gran número, hacen de este yacimiento un lugar excepcional en la Península.
Parada 5: Salinas de Imón. Saladares del Triásico Superior: Aunque las primeras noticias de estas salinas datan del Siglo X, seguramente ya se explotaban en época romana. Las instalaciones de estas salinas aprovechan la amplia planicie que forma la llanura aluvial cuaternaria en la confluencia de los ríos Salado y de la Laguna (o Reguera Madre). Estos sedimentos aluviales, que son del Cuaternario y de pocos metros de espesor, se apoyan sobre un potente conjunto arcilloso del Triásico superior que contiene algunas intercalaciones de capas de yeso y sal; con un clima cálido y árido, las rocas de este periodo se originaron en una gran cuenca muy llana y muy próxima a la línea de costa del mar Tetis que periódicamente lo inundaba con agua marina. Las arcillas son los aportes distales que llegaban desde el interior del continente, mientras que los niveles de yeso y sal se crearon en megasaladares por la evaporación del agua llegada desde el Tetis.