Martes 22 de mayo de 2018
La formación Podemos, con el sr Pablo Iglesias al frente, se ha caracterizado por atacar efusivamente la propiedad privada sin excepción. Su apoyo y aliento a la expropiación y la ocupación de vivien-das se hizo patente desde sus comienzos políticos. De hecho, ha sido su punta de lanza en los ata-ques a los políticos de centro derecha. Ahora prefieren ser nuevos ricos republicanos al margen de las penas de quienes les votan.
Las referencias a sus orígenes con “los de abajo”, “la gente”, “el pueblo”, o “la clase humilde”, han estado presentes en todas sus manifestaciones. Pero también los hemos visto dormir en el hemiciclo, fomentando la vagancia ante las cámaras. Las becas que otros no podían obtener, a ellos se les con-cedían sin responsabilidad alguna. Las subvenciones a fondo perdido o los ingresos de países forá-neos para desarrollar utopías de vida, han terminado en los tribunales.
Al mismo tiempo, los dirigentes de la formación morada, ocultaban sus estudios en colegios y uni-versidades privadas. Que sus ancestros eran funcionarios, políticos o empresarios, muchos de ellos durante la dictadura de Franco, se trató de ocultar. Otros miembros procedían de profesionales de la abogacía, profesores, sindicalistas sin empleo concreto, e incluso actores o cantantes de renombre. Pero siempre, enarbolaron los derechos de una población que se creía apoyada por personas de su misma condición social y laboral.
Alentados por el rápido éxito de sus planteamientos, manifestaron en sede parlamentaria que . Miles de personas les creyeron. Les apoyaron. Y les alzaron hasta el Olimpo de los Dioses de la Pobreza, esperando su salvación.
Ahora, caída la “máscara del mentiroso”, el abuso de confianza, la estafa de Podemos y sus dirigen-tes, se ha hecho evidente. La impasible hemeroteca les golpea con sus declaraciones anteriores. Buscan la salvación con la huida hacia delante. Claman a las bases un “Pabloscito”, como las redes sociales denominan a su plebiscito particular al más puro estilo fascista. Ahora sí que es posible vivir en grandes palacios.
La única condición es que seas un revolucionario comunista de la izquierda en Podemos. Entonces la compra de vivienda será un . Y nada reprochable con-llevará su actuación. Para los demás mortales, comprarse la mejor casa posible, seguirá siendo que debe ser castigada severamente.
El origen de Podemos se encuentra en el Manifiesto “Mover Ficha: Convertir la Indignación en Cam-bio Político” (12 y 13 de marzo de 2014). Fue firmado por una treintena de personajes de la cultura, profesores, periodistas, actores y algún que otro activista social y político. Se articuló en el seno del partido Izquierda Anticapitalista. Para su faceta populista se apropiaron de algunas propuestas del Movimiento 15M. Sus propuestas políticas se centran en el comunismo bolivariano de Venezuela, y poco más. Ahora bien, el sr Pablo Iglesias no se encontraba entre los firmantes del manifiesto. Fue elegido por los promotores y presentado a la opinión pública el día 14 de marzo de ese mismo año. Con su nombramiento se buscaba un “hombre de paja” que diera . Pero el hombre de paja se convirtió en un líder dictatorial ab-soluto.
En definitiva, ni el sr Pablo Iglesias, ni mucho menos la srta Irene Montero, han sentido ni sienten el programa político de Podemos. Como comparsas de un engaño social, han cumplido con su papel a la perfección. Se han beneficiado a nivel personal de la población que les votó gracias a su carisma y su habilidad como encantadores de masas. No es de extrañar que, alcanzados sus objetivos persona-les, destapen su verdadera condición.
El sr Pablo Iglesias y la srta Irene Montero desean “vivir como reyes republicanos”. Este hecho ha provocado una auténtica tormenta en el seno de Podemos. Las críticas internas van camino de convertirse en el cisma que inicie la desaparición del grupo morado en el ámbito parlamentario.
Fdo.: Rafa Montilla