OPINIÓN

Carta de despedida de José Julián Gregorio como delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha

Viernes 15 de junio de 2018
Queridos amigos:

Toledo, 15 de junio de 2018


Ante mi despedida como Delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, quiero expresaros mi más profundo agradecimiento, de corazón, de esos quejíos que salen del alma. Porque me he sentido entre amigos, me he sentido entre hermanos.

Hoy, es un día especialmente emotivo: decir un incierto hasta luego a mis amadas Guardia Civil y Policía Nacional, siempre atentas a defender a la ciudadanía , es algo difícil de digerir; decir un hasta luego a los medios de comunicación , respetuosos siempre con esta mi difícil tarea, trabajadores sin descanso y sin horas en el día para tantas y diversas noticias, es algo complicado de explicar; y dejar a tantos alcaldes, concejales y ciudadanos de la región con un hasta luego, después de conocer sus anhelos y necesidades, con tantos proyectos que ya veían la luz, es algo que me llena de un gran pesar.

Pesar por no poder tender una mano a tantas asociaciones empresariales, sindicales y sociales de las que tantos amigos he disfrutado, por recordar la perfecta marcialidad y exquisita hospitalidad de las Fuerzas Armadas por toda la Región, algo que me llena por otra parte de un gran orgullo y satisfacción.

Y dejar de trabajar con mi equipo, subdelegados y funcionarios, a quienes hay que valorar mucho más, es algo que no me deja voz para expresarlo.

A todos os doy las gracias, por vuestra paciencia, por vuestro trabajo, por vuestra disposición y sobre todo por vuestra comprensión y os pido perdón si alguna vez no he estado a la altura de las circunstancias.

Gracias finalmente al Gobierno de Mariano Rajoy, con su atenta mirada siempre sobre Castilla-La Mancha, por apoyarme una y otra vez, en momentos difíciles. Gracias a la ministra de Defensa y presidenta del Partido Popular de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal atenta siempre a su tierra y llena de buenos consejos.

Y permitidme hacer referencia, con especial orgullo, a lo que ha sido mi desvelo: los ciudadanos, por quienes he luchado y he trabajado -y por lo que muchas veces he sido incomprendido por los de palabreo fácil-, por quienes he querido ser durante esta etapa su voz, su sentir, defendiendo sus inquietudes y preocupaciones con profesionalidad y con pasión, y quizá sea por eso lo que llevó a algunos a pedir mi dimisión.

Y mi amor a España, algo que llevo clavado en el corazón, no como una espina dolorosa, sino como parte de mí mismo, como decía Machado “una espina de una pasión; logré arrancármela un día: ya no siento el corazón”. Esa espina que yo no me arrancaré, de esa España vilipendiada por unos (socios sin más de los que hablan de ella mancillándola) e incomprendida por otros, y amada por la mayoría. Esa España que nos acoge a todos y nos ama, seamos quienes seamos. Esa España que ha sido defendida por el Gobierno del gran presidente Mariano Rajoy, ese gobierno que ha sido defenestrado por los que la quieren desunir. Pero com’J dijo Jorge Luis Borges “hay derrotas que tienen más dignidad que una victoria”. Esa fÍran España, la de todos, será la que seguiremos defendiendo hasta el final de nuestra v·da.

Amigos y amigas de esta tierra tan hermosa que es Castilla-La Mancha, un volver y un hasta de siempre.

Delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha

José Julián Gregorio López

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