REDACCION | Miércoles 01 de agosto de 2018
Castilla-La Mancha fue en mayo la segunda comunidad con mayor déficit acumulado, tras Extremadura, con una cifra de 292 millones, que suponen el 0,70 por ciento del PIB autonómico. Las regiones han reducido su déficit hasta mayo en 998 millones, un 19,9 por ciento, hasta situarse en un desfase de 4.020 millones, equivalente al 0,33 por ciento del PIB, y sólo el País Vasco presenta superávit, mientras que Asturias se encuentra en equilibrio presupuestario.
Así se recoge en el informe de ejecución presupuestaria de junio publicados hoy por el Ministerio de Hacienda, que señala que el déficit del Estado cerró el primer semestre del año en 9.012 millones de euros, el 0,74 por ciento del PIB y que supone una reducción del 28,8 por cieto con respecto al mismo periodo de 2017.
Los datos por comunidades sólo figuran hasta mayo y señalan que en los cinco primeros meses del año la Administración regional pasó de un déficit de 5.018 millones en 2017 a 4.020 millones en 2018, lo que significa un descenso del 19,9 por ciento. De media, el déficit autonómico se sitúa en el 0,33 por ciento y sólo el País Vasco presenta superávit, del 0,54 por ciento, lo que se traduce en 401 millones a su favor, mientras que Asturias está en equilibrio presupuestario. Con esas cifras, La Rioja, con un desajuste del 0,02 por ciento, así como Canarias (0,13 por ciento), Galicia (0,16 por ciento), Comunidad Valenciana (0,27 por ciento) y Madrid (0,29 por ciento) cumplirían el objetivo de déficit para este año, mientras que el resto lo sobrepasa.
El mayor desfase presupuestario se registra en Extremadura, con el 0,77 por ciento; Castilla-La Mancha, con el 0,70 por ciento, y Cantabria, con el 0,65 por ciento. Según Hacienda, en el periodo analizado el Estado ha concedido anticipos a cuenta del sistema de financiación a Baleares, Murcia y Comunidad Valenciana, por importe de 200, 112 y 784 millones, respectivamente.
El total de lo anticipado asciende a 1.096 millones, en tanto que en el mismo periodo de 2017 el montante global fue de 284 millones, concedidos a Baleares (160 millones) y Murcia (124 millones). Si se descuenta el efecto de los mencionados anticipos, el descenso interanual del déficit queda en el 3,5 por ciento.
De enero a mayo, los recursos no financieros se han incrementado un 6 por ciento en 3.541 millones y han registrado un importe de 62.863 millones, lo que representa un diferencial con el ejercicio anterior del 0,08 por ciento del PIB.
Hacienda subraya en su informe que los impuestos sobre la producción y las importaciones aumentaron un 7,3 por ciento, en 405 millones, hasta alcanzar los 5.958 millones. En este apartado destacan el incremento en los ingresos derivados del impuesto de trasmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que suben un 9,5 por ciento, en 317 millones, pasando de 3.336 millones en 2017 a 3.653 millones en 2018, como consecuencia en gran medida del aumento de la compraventa de vivienda usada del 12,9 por ciento.
A nivel de comunidades, el departamento que dirige María Jesús Montero menciona la evolución del impuesto en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid, con unas subidas respectivas de 98, 85 y 41 millones. Los ingresos por impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio han registrado un incremento del 2,2 por ciento -341 millones-, pasando de 15.611 millones en 2017 a 15.952 millones en 2018. Una evolución que Hacienda achaca fundamentalmente a las mayores entregas a cuenta recibidas del IRPF por las comunidades, que suponen una subida del 2,2 por ciento y 323 millones.
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