REDACCION | Miércoles 08 de agosto de 2018
María Teresa Campos y Mila Ximénez protagonizan la portada de Lecturas, pues la presentadora abrió las puertas de su casa a Mila para conceder su primera entrevista después de que a Terelu le detectaran un segundo cáncer. “Me dio el ictus por las puñaladas que me han clavado”, asegura María Teresa.
La periodista María Teresa Campos parece estar más que disgustada con la que ya es su segunda casa, nada más y nada menos que la cadena de televisión Telecinco.
La cadena habría anunciado que se emitirá una nueva temporada del "reality" que protagoniza junto a sus hijas, Las Campos. Pese a que parece una buena noticia, no lo es para la televisiva, que estaría deseando volver a la televisión como presentadora. Sin embargo, los directivos de la cadena parece ser que no quieren darle un último programa antes de que se retire de manera definitiva de la televisión.
Este miércoles, la presentadora ofrece una extensa entrevista a Mila Ximénez en la que asegura que está físicamente capacitada para presentar un programa: "Me pones a mi sentadita en un plató, incluso andando. ¡Has visto que ando! Sobre todo porque me funciona lo que me tiene que funcionar (la cabeza). A mi me dio el ictus por puñaladas que me han clavado y no voy a decir más. (..) Un día me alteré más de la cuenta y me provoqué el ictus yo misma".
Cuando Mila le pregunta si un trabajo le vendría "genial", María Teresa responde: "Estoy contratada, y ahora mismo de ese tema prefiero callarme porque si me pongo a hablar me embalo. (…) No he tirado la toalla profesionalmente. (…) Hay cosas que no comprendo , pero tengo la satisfacción de decir que el público tampoco, me lo dicen".
Por su parte, ante la doble mastectomía de Terelu, Carmen Borrego confiesa: “Es lo mejor para ella, pero es durísimo”. Además, las vacaciones en Nueva York de Belén Esteban; así como las declaraciones de Ana Rosa Quintana tras la liberación de su marido, en portada.
Beyoncé relata los pasajes más desconocidos de su vida.-
Con un vestido de Gucci que podría haber estado en el armario de 'La casa de la pradera', un tocado floral de Rebel Rebel y una sábana de fondo, Beyoncé ha hecho historia. La cantante es la portada de la edición americana de Vogue del número de septiembre y lo ha hecho, en un movimiento sin precedentes, con una condición: tener todo el control del reportaje. Y Anna Wintour ha dicho que sí.
La feroz editora jefa de la revista de moda más influyente del mundo ha dejado en manos de la artista el número más importante del año y Beyoncé no ha decepcionado. Porque si bien no ha concedido una entrevista al uso, sí ha compartido un extenso escrito en primera persona donde se abre en canal y repasa todos los aspectos posibles de su vida.
Sus ancestros.-
La cantante quiso bucear en sus orígenes y se llevó una sorpresa: "Descubrí que desciendo de un esclavista que se enamoró y se casó con una esclava. Tuve que asimilar esta información durante un tiempo. Rezo para poder romper las maldiciones generacionales de mi familia y que mis hijos tengan vidas menos complicadas".
Su pareja.-
Su relación con Jay-Z ha estado en el punto de mira desde hace tiempo y han sido ellos mismos quienes lo han fomentado hablando de infidelidades en sus canciones. Con una gira millonaria conjunta por todo el mundo, parece que todo eso queda atrás: "Vengo de un linaje de relaciones rotas entre hombres y mujeres, de abuso de poder y de desconfianza. Solo cuando fui consciente de todo esto pude resolver los conflictos de mi propia relación. Nuestra historia conjunta nos deja magullados pero hermosos".
Puede que Jay-Z ganara el perdón definitivo de su mujer durante el segundo parto, cuando nacieron los mellizos Rumi y Sir en junio del año pasado: "Mi marido se comportó como un soldado y fue un gran apoyo para mí. Estoy orgullosa de haber sido testigo de su fortaleza y evolución como hombre, amigo y padre".
Un parto complicado.-
Beyoncé habla largo y tendido sobre su segundo embarazo que se complicó porque padeció toxemia (también conocida como preclampsia), la misma dolencia que complicó los dos embarazos de Kim Kardashian, y que acabó con una cesárea de urgencia: "Pesaba 99 kilos el día que di a luz a Rumi y Sir. Estaba hinchada por la toxemia. Había estado en cama un mes. Mi salud y la salud de mis hijos estaba en peligro y necesité una cesárea de urgencia".
Reconciliarse con su cuerpo.-
Tras el parto, la cantante pasó por un periodo de aceptación. Su cuerpo había cambiado y no estaba dispuesta a repetir los tremendos esfuerzos que realizó tras dar a luz a su primera hija Blue Ivy –Beyoncé explica que tras ese parto cerró una pequeña gira para obligarse a ponerse en forma–: "Tras la cesárea mi zona abdominal era diferentes. Sufrí una gran cirugía. Tus órganos son removidos temporalmente. Necesitaba curarme, recuperarme. Y durante ese tiempo me di cariño y me cuidé y acepté mis curvas".
Sus hijos y su legado.-
Como gran figura del feminismo y del empoderamiento de la raza negra, Beyoncé comparte su mayor preocupación: dejar un buen legado a sus hijos, que sus hijas crezcan como mujeres independientes y que su hijo sea un hombre sensible y empático: "Es importante que se vean como directoras, jefas, y que sepan que pueden escribir el guion de sus propias vidas, que pueden hablar de lo que quieran y que no hay un techo para ellas. No tienen que ser políticamente correctas, siempre y cuando sean auténticas, respetuosas, compasivas y empáticas. Pueden explorar cualquier religión, amar cualquier raza y amar a quien quieran amar. Quiero lo mismo para mi hijo. Quiero que sepa que puede ser fuerte y sensible y amable. Quiero que tenga inteligencia emocional y que sea honesto".
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas