Sábado 01 de septiembre de 2018
Los tradicionales encierros y festejos taurinos que se llevan a cabo en la provincia de Guadalajara cada año, son uno de los muchos alicientes culturales, turísticos, económicos, costumbristas y tradicionales que sirven de reclamo para potenciar estas zonas rurales tan machacadas y abandonadas que hay en toda la geografía de nuestra provincia.
Todas estas manifestaciones taurinas dan sentido e identidad a nuestra querida Guadalajara, a sus fiestas populares de verano en las que el toro es protagonista en encierros por el campo, por las calles y en capeas y novilladas que se celebrar por todos los pueblos de Guadalajara. Sin ellos, sin los toros, perderemos nuestras señas de identidad y una tradición y antropología de una manifestación cultural que ha dado lugar en el plano cultural, social y económico a un enorme patrimonio y a una densa cultura en torno suyo.
Todo ello puede desaparecer gracias a una ideología animalista radical que está proliferando por toda España y que se apoya en asociaciones animalistas y partidos políticos antitaurinos con el objetivo de promover el rencor y odio contra el colectivo de la tauromaquia que ve arte, identidad española, cultura, economía y sentimiento.
En Guadalajara se van a manifestar este domingo 2 de Septiembre con el nombre de Asociación Guadalajara Antitaurina, apoyados y respaldados por ecologistas en acción Guadalajara, Pacma, Equo, Ahora Guadalajara, El rincón lento, Podemos entre otros. Consideran que esta tradición es “anacrónica y sádica”.
Esta asociación, en su nota de prensa pide posicionamiento al resto de partidos y sociedad civil alcarreña. ¿Se posicionaran el resto?¿Habrá comunicados de la ciudadanía guadalajareña al respecto?¿Defenderán las gentes de la cultura de Guadalajara y sus políticos, este patrimonio tan importante de nuestra provincia, sinónimo de riqueza cultural, artística, social, ecológica y económica?
En una democracia no se pueden prohibir expresiones artísticas y culturales. La tauromaquia es una de las mayores expresiones de libertad que existen hoy en día en nuestra sociedad. Es una expresión cultural de más de cinco siglos y un arte íntimamente ligado a la identidad de España. Es parte de nuestra cultura, de nuestras raíces.
Existe una gran hipocresía y una gran carga de conveniencias por parte de los animalistas y de esa ideología que pretende equiparar al hombre con los animales.
La tauromaquia no causa ningún daño, ni lesiona ningún derecho de nadie. La prohibición, en cambio, sí; causa daño, en primer lugar al toro, al que se condena a la extinción, también a todo el sector productivo que viven del toreo y que es fuente de empleo y expresión económica para muchas personas, de una forma directa o indirecta.
Con la prohibición de los espectáculos taurinos el toro de lidia desaparecería y con él un ecosistema singular de crianza de más de 500.000 hectáreas de dehesa que visten la naturaleza de nuestro país.
Antonio de Miguel Antón. Miembro del Consejo Político en VOX
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