Domingo 23 de septiembre de 2018
Según una encuesta de NC Report, hasta un 53 por ciento apoya que Aznar tenga más papel en el partido, pero el 39,5% se declara en contra. Aznar tiene más apoyos entre los votantes de más edad, y menos entre los más jóvenes.
La misma pregunta, aplicada sobre Rajoy, deja un reparto parecido. El 51% cree que sí debe tener más presencia, y el 40,5% se opone.
Casado aprueba con nota dos meses después de su elección al frente de la Presidencia Nacional del partido. La encuesta, con una muestra circunscrita al electorado del PP, señala que la decisión que adoptaron en el Congreso está bien vista por la mayoría. Esa franja la tiene cubierta, en teoría, con un respaldo claro a sus iniciativas, a su política en Cataluña y a la decisión de ser más incisivo en la defensa de los valores del PP. Ahora bien, los gurús demoscópicos son conscientes de que necesitan aglutinar a su electorado más tradicional, pero recuperar también voto menos ideologizado, más de centro, que en los últimos años ha huido a Ciudadanos por la corrupción o por desafecto hacia decisiones del Gobierno de Rajoy. Hoy, un 77,4% de los votantes del PP declara que volvería a dar su apoyo a su partido. Y por segmentos de edad, los votantes con una mayor fidelidad a las siglas se mueven en la franja de entre los 35 y los 54 años. La encuesta fue realizada entre el 19 y el 21 de septiembre.
Los votantes del PP puntúan con un 7,5 de nota media a Casado, sobre un 8 como máxima opción. Por edades, los mayores de 55 son los más generosos, pero en todos los segmentos está por encima del 7. En estos dos meses Casado ha conseguido su objetivo de que cale en el imaginario de su electorado la idea de que representa los valores del PP. Según el sondeo de LA RAZÓN, hasta un 90,6% le identifica con los valores tradicionales del partido. La nueva dirección del PP está orientando su estrategia a partir del análisis de que en la etapa del Gobierno de Rajoy falló la política y las prioridades de la tarea de gobernar llevaron a dejar un espacio vacío en la defensa de las «esencias», que fue ocupado por Cs. Esta identificación de Casado con los valores tradicionales del PP es compartida por los votantes en todos los segmentos de edad y por encima del 85%.
El sondeo mide el nivel de aprobación de las primeras iniciativas de Casado como líder de la oposición. La nota media es de un 7,1 sobre ocho. Y su exigencia de que vuelva a aplicarse el artículo 155 de la Constitución en Cataluña es respaldada hasta por el 93,8% de los votantes populares. Casado ha apostado por convertir esta demanda en uno de los ejes de su política, a sabiendas de que Cataluña y el discurso territorial tienen un efecto en la política nacional porque se enfrenta a la presión de Rivera para arrebatarle al PP la bandera de España.
Los votantes del PP quieren que la nueva dirección se centre en dar respuesta a la política económica del Gobierno de Sánchez. Es la primera demanda, y en segundo lugar, Cataluña. La agenda del PP coincide con estas prioridades de sus votantes porque éstos son los ejes centrales de su oposición al PSOE.
En cuanto a las explicaciones de Casado sobre su máster, para sus votantes son suficientes. Más del 90% asegura que se las cree, y la encuesta se realizó antes de que se conociese la decisión de la Fiscalía del Tribunal Supremo de oponerse a la investigación al presidente del PP por no ver indicios suficientes.
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