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La feria ornitológica más prestigiosa del Mediterráneo premia a un fotógrafo naturalista de Valdeluz

REDACCION | Sábado 29 de septiembre de 2018
La primavera agoniza en la Laguna Grande de la Reserva Natural de Puebla de Beleña (Guadalajara). Son las seis y media de la mañana y el sol está a punto de asomar por el este. Dentro del hidrohide de camuflaje, David Jerez está listo para iniciar la sesión. Como si estuviera en un nido, se tumba hasta sumergir todo su cuerpo. El agua le llega hasta el cuello y la lente de su cámara Canon 5DS R roza la superficie.

“Para capturar los desenfoques desde el principio de la exposición hasta el final”, cuenta. Dispone de poco más de cinco minutos para hacer la foto que ha venido a buscar. Apenas un instante, cuando el primer claro de la alborada refleja esa tonalidad dorada antes de que sea demasiado dura. Después, será imposible de controlar. Tiene que subexponer mucho el objetivo a la acción de esa luz naciente para que la imagen impresionada quede correctamente expuesta. Es complicado y lo sabe.

Fue así como se gestó ‘Sueño en la laguna’, la instantánea que ha ganado el accésit del Delta Birding Festival Photo Contest 2018 que tuvo lugar el pasado fin de semana en el Delta del Ebro, la feria de ornitología más importante de cuantas se celebran en el Mediterráneo. Un concurso al que concurrían nada menos que 1.500 trabajos y medio millar de fotógrafos.

“Si estar entre las 30 imágenes finalistas fue alucinante, lograr el cuarto premio por delante de muchos fotógrafos acreditados de naturaleza de España no tiene precio”, rememora David Jerez, bombero de profesión y vecino de Valdeluz, que dedica sus ratos libres a su verdadera pasión. “Yo no elegí hacer esa fotografía, ella me escogió a mí. Lo único que hice fue imaginar la composición en mi cabeza desde el lugar donde estaba. Que entrase ese ejemplar de cigüeñuela común en el plano o cualquier otra ave era lo de menos”, recalca.

Lo que buscaba eran esos acusados desenfoques, los contrastes entre el negro y el blanco, la carencia absoluta de color. “Efectos que consigues cuando trabajas de cara al sol y con un determinado ángulo, un momento efímero que no se repetirá”, dice el fotógrafo galardonado en el DBF. A esa hora, todo lo que había a su alrededor, todas las superficies que contenían una minúscula gota de agua o de rocío mañanero, brillaban con mucha intensidad. Así que tuvo que trabajar en manual con el teleobjetivo de 400 mm y un rango f/2.8 de apertura de diafragma. Es la única manera de impedir que la imagen se queme. Porque con esos destellos de luz, el autofoco se vuelve loco. A solas en la laguna, el silencio es tan penetrante que se escucha.

Normal que David Jerez se sienta un intruso en ese ambiente que no es el suyo. “La cámara actúa como una ventana indiscreta en un mundo donde todo se desarrolla con normalidad; de ti depende detener esa porción ínfima de tiempo sin alterar las condiciones”, opina.

No es el único reconocimiento que ha recibido últimamente David Jerez a su trabajo como fotógrafo de naturaleza. Hace un par de semanas, el jurado del II Concurso Fotográfico FotoNoja 2018 le otorgó la primera mención de honor en la categoría ‘Arte y naturaleza’. En esta ocasión, por una foto de autor que inmortalizó en el Parque Natural del Montseny (Barcelona).

Era un día de lluvia y ventoso. Y las ramas de una haya que se agitaban vertiginosas llamaron su atención. “Para reflejar ese movimiento frenético, me decanté por una imagen no documental mediante la técnica del flow por vaselina”, describe David Jerez. Consiste en impregnar un filtro de esa sustancia y realizar a continuación movimientos excéntricos, de derecha a izquierda primero y a la inversa después, hasta asemejar que las ramas oscilan en distinta dirección. Una vez lograda esa sensación, la cámara permite realizar una exposición múltiple. Solo queda añadir las hojas con ayuda de otro objetivo y la iluminación adecuada. Una vez acabado, hay que hacer la fotografía en ese momento, que se queda grabada en el equipo en un solo formato raw. El resultado es ‘Ocaso otoñal’.

El Ayuntamiento de Yebes ha felicitado a este vecino que prestigia el nombre del municipio por todo el país. En esta localidad cántabra fue con ocasión de la II Feria Internacional de Ecoturismo y el premio tuvo más mérito si cabe que en el Delta del Ebro ya que allí la participación fue más multitudinaria. Con unos 700 fotógrafos en liza, muchos de ellos extranjeros, y más de 2.500 fotografías a concurso.

“Es un honor y un lujo tener como vecino a una persona del talento, creatividad y pasión de David Jerez, que ha convertido la fotografía en arte y que además tiene en nuestro municipio una de sus zonas de operaciones preferidas”, valora Juan Antonio Perojo, concejal de Cultura. Y es que desde ahora y hasta la primavera, se va a dedicar por entero a Valdenazar. A retratar la vida nocturna de este espléndido bosque mediterráneo.

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