REDACCION | Jueves 11 de octubre de 2018
Durante el pasado fin de semana, ha fallecido en su instalación la osa parda más veterana del zoológico. Traída en el año 1985 y procedente de la reserva cinegética del Hosquillo, ha vivido durante más de 33 años en el zoo de Guadalajara, en el cual se reprodujo en el año 2000, siendo madre de la osa Melosa, su compañera de instalación, y que fue bautizada así a través de un concurso escolar.
A pesar de su avanzada edad, hasta el último día se comportó con normalidad, preparándose para hibernar, siendo la causa de su muerte un proceso agudo.
En espera de confirmación por los servicios veterinarios del zoo, todo apunta a una insuficiencia cardiaca aguda.
Desde la dirección del parque se está planteando la posibilidad de traer un ejemplar nacido en cautividad para mejorar el bienestar de Melosa, que ha quedado sola en la instalación.
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