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Kiko Rivera confiesa en "GH Dúo" su adicción a la cocaína y la marihuana

Miércoles 16 de enero de 2019
Cuando comenzó la gala de GH Dúo: límite 48 horas de este martes en Telecinco nadie podía imaginar que se viviría una de las noches más intensas que se recuerdan en un reality.

Durante el programa se desveló que los concursantes que se habían salvado de la nominación y, por tanto, se enfrentarían a "la curva de la verdad" eran Kiko Rivera e Irene Rosales. Un momento en el que el hijo de Isabel Pantoja hizo su confesión más dura: sufrió adicción a las drogas. "Es muy complicado Jorge, pero mira, te voy a ser sincero. No lo he dicho nunca, pero en un determinado momento de mi vida, y de ahí viene gran parte de mi depresión, tuve adicción a las drogas y lo pasé muy mal", comenzó narrando el Dj.

Jorge Javier continuó preguntando para saber más del tema y el hijo de Isabel Pantoja continuó con su testimonio: "Todos esos bajones, yo pensaba que se iban a solucionar con eso y gracias a mi mujer, a mi madre y a mis amigos de verdad he conseguido salir de ese mundo y quiero decirle a la gente que se puede salir, que eso es muy malo y solo trae problemas. No lo he dicho nunca, pero bueno, a veces cuando pasan estas cosas pues uno se abre y me salió. Lo digo porque, gracias a Dios, lo he superado.A base de médicos, a base de psicólogos, a base de lucha, a base de amor", dijo mirando a Irene con una sonrisa para más tarde dedicarle unas emocionantes palabras: "Gracias a ella he sabido lo que es disfrutar de la vida de verdad. Ella fue la que se puso firme y me enderezó.Y gracias a Dios hace más de un año y medio que soy una persona limpia. Me costó lo más grande, pero a unos niveles grandísimos. Hoy en día sigo con mi tratamiento, sigo haciéndome mis pruebas donde mi familia puede comprobar que sigo cumpliendo con lo que debo de hacer".

"Yo he estado enganchado a la cocaína y al hachís y la marihuana. Las dos últimas las consumía todos los días y la cocaína no. Eso también influía a que, en mi trabajo, no daba todo lo que tenía que dar. Consumía hachís y marihuana todos los días a espaldas de mi mujer, pero claro, Irene no es tonta. Las primeras semanas fueron durísimas porque, de algo que yo hacía diariamente durante muchos años... pues lo pasé muy mal (…) Te hablo de temblores, de sudores fríos, de mal humor, de todo lo malo que pueda pasar. Fatal", continuó.

Y para finalizar su confesión habló sobre el papel de su madre y le agradeció su ayuda en la lucha contra la adicción: "Dije 'hasta aquí' el día en el que mi mujer llama a mi madre y le dice que su hijo tiene que hablar con ella. Me tuve que sentar delante de mi madre y contárselo.Gracias a Irene y a mi madre soy una persona nueva y soy una persona feliz. Y se lo agradeceré eternamente a ellas dos hasta el día en que me muera porque me han hecho ver la vida de otra manera".


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