Las fiestas patronales de invierno de Sigüenza, declaradas de Interés Turístico provincial, conmemoran la Reconquista de la ciudad a los musulmanes el 22 de enero de 1194, fecha en la que el obispo francés, Bernardo de Agén, asaltaba el castillo y la ciudad para consagrarla al santo del día. 895 años más tarde, la llama de San Vicente perdura en el fervor popular de los seguntinos, que han convertido una de sus fiestas más tradicionales en un referente cultural, turístico y comercial que atrae cada año a más visitantes.
Este año, los actos en honor al patrono de la ciudad, San Vicente Mártir, se concentran entre los días sábado, 19 de enero, y domingo, 27 de enero. Una semana repleta de actividades que combinan la música y la diversión con la tradición y la solemnidad religiosa. La VII Edición del Festival de Música Segontia Folk incluye en su cartel el XXXII Certamen de Dulzaina y Tamboril, dedicado a la memoria del gran 'José María Canfrán'.
El programa de festejos comienza el sábado, día 19 de enero, con una conferencia de la cronista oficial de la ciudad, Pilar Martínez Taboada, sobre la Reconquista de la ciudad. El lunes, 21 de enero, llegará uno de los momentos más bonitos del año, con la quema de la hoguera de San Vicente (19 horas) y la degustación de las rosquillas del Santo, mientras los dulzaineros de la Cofradía amenizan musicalmente la fría tarde doncelina. La jornada terminará con una verbena popular en el Torreón, pasada ya la medianoche.
Por la mañana, el martes 22 de enero, la celebración religiosa tomará el protagonismo, con la misa y procesión en honor al Santo, que habitualmente oficia el Obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez. Por la tarde, a partir de las 19:30 horas, tendrá lugar en El Pósito el Certamen de Dulzaina que se celebra en honor del gran gaitero que fue José María Canfrán. El miércoles 23, a las 17 horas, llegará el momento del popular Bibitoque en la Plaza Mayor, con disparo de juegos japoneses, gigantes, cabezudos y caramelos.
VII Segontia Folk
El viernes 25, en el Teatro Auditorio El Pósito (20:30 horas, 5 euros) está programado el concierto de Xuacu Amueva y su nueva formación musical Dobra. Gaitero y maestro de gaiteros, es una de las grandes figuras de la música popular asturiana. Acumula numerosos premios y galardones como el Trofeo Macallan del Festival Intercéltico de Lorient. También se muestra muy orgulloso de la llamada de su amigo Carlos Núñez para invitarle a grabar con el mítico grupo The Chieftains. Con un gran prestigio dentro y fuera del Principado, e incluso a nivel mundial, en su repertorio se encuentra una extensa selección de melodías de la tradición asturiana y composiciones propias, no sólo de repertorio de gaita, también de rabel, zanfona, bandurria asturiana, flauta, trombo y voz. En esta actuación con su flamante banda, plantea dar más protagonismo a instrumentos tradicionales asturianos demostrando las posibilidades musicales de dichos instrumentos, hasta ahora relegados a un segundo plano.
El sábado 26, a las 11 de la mañana, desde el Patio del Castillo Parador, se inicia una visita guiada por Sigüenza con una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos. La ruta es gratuita para los menores de 14 años, los adultos abonaran seis euros que les permitirá descubrir la riqueza monumental de la villa. Al finalizar la ruta, harán acto de presencia en el Atrio de la Catedral (13 horas, entrada gratuita), los Danzantes de Galve de Sorbe, un grupo de jóvenes que mantienen vivas las danzas ancestrales galvitas recuperadas por sus mayores en 1975. Su llamativa vestimenta con dos tipos de trajes, de flores para los más pequeños y de rayas para los mayores, y las danzas más populares acompañadas de dulzaina y tamboril, llenarán de música y colorido el incomparable marco del atrio catedralicio.
Esa tarde, en el Auditorio El Pósito (20 horas, 15 euros), está programada la presencia estelar de la artista aragonesa Carmen París, compositora, pianista y letrista que ha modernizado la jota baturra desde un punto de vista universal y contemporáneo, fusionando además el folclore ibérico con ritmos y melodías mediterráneas, de África y América. Entre sus innumerables reconocimientos, destaca el Premio Nacional de Músicas Actuales obtenido en noviembre del año 2014. Carmen París interpretará su espectáculo “París al Piano”, concierto íntimo y cercano, en perfecta armonía con el público. Sola, acompañada únicamente de un piano, deleitara al público con lo mejor de su extenso y refinado repertorio.
La jornada finalizará, al filo de la medianoche, en El Torreón (entrada libre), con el concierto de los Hermanos Cubero y su original y sorprendente propuesta de combinar el folclore alcarreño con el bluegrass genuinamente americano. El dúo de Guadalajara, Quique y Roberto, a través de sus dos voces, la guitarra y una mandolina, han creado composiciones llenas de sátira con letras punzantes y cargadas de mensaje.
El domingo, 27 de enero, también en el Torreón (a la hora del vermú, 13:30 horas), Carlos Soto Folk Trío presentará su reciente trabajo discográfico “Tierra de nadie” que ha visto la luz el 15 de diciembre de 2018. Un viaje musical por las culturas ibéricas que han dejado su huella en la península a través de los tiempos. La música sefardí, el arte mudéjar y la música celta se fusionan con las influencias mediterráneas y atlánticas. Carlos Soto, fundador y flautista de Celtas Cortos y de Awen Magic Land, recibió el Premio Europeo de Nueva Creación de Folclore “Agapito Marazuela”, en abril del año 2011 y en el año 2016 ha representado a España en el Festival Folk de la UER celebrado en Estonia.
Ese mismo día por la tarde, en El Pósito (18 horas, 5 euros para los adultos y 3 euros los niños), otra forma de entender la música con el espectáculo infantil de Trakamatraka, que hará las delicias de los más pequeños y de sus respectivas familias. Un proyecto creativo e imaginativo que aúna la variedad musical con el reciclaje y el respeto al medio ambiente. Mediante talleres y conciertos didácticos, los presentes pasarán una tarde jovial y divertida, con objetos que la sociedad ha desechado como envases de yogures, tapas de mahonesa, mangueras, cubos o tubos, convertidos en asombrosos instrumentos musicales.