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Los Patriots ganan a Rams y consiguen su sexto Super Bowl ante 111 millones de espectadores pagándose 5 millones de dólares por anuncio

Lunes 04 de febrero de 2019
Los Patriots repitieron la dosis de 2001 a los Rams y consiguieron su sexto anillo como campeones de la NFL, tras imponerse con un marcador de 13 a 3 en el Super Bowl LIII, en un juego dominado por las defensivas.

Con este triunfo los Pats imponen consiguen su sexto triunfo en 11 finales disputadas, e igualan a los Pittsburgh Steeler como los equipos más ganadores del Super Bowl. Además de que con este resultado Brady igualó al basquetbolista Michael Jordan como el único deportista campeón 6 veces en un mismo deporte.

Con la posesión del balón y el reloj a su favor, Brady supo llevar a su equipo por el terreno de juego, dejando que su pateador consiguiera 3 puntos desde 41 yardas para dejar el marcador en 13-3.

Las defensas de ambos conjuntos fueron las protagonistas del partido, donde hubo errores tanto de Tom Brady como de Jared Goff, al grado de que este Super Bowl fue el primero en el que no hubo un touchdown en los primeros tres cuartos; y el segundo con menos puntos en la primera mitad.

Por otra parte, Nielsen estima que 111,3 millones de estadounidenses vieron la última edición en la cadena Fox. Los datos son casi idénticos a los que logró la CBS el año pasado, 111,9 millones. El récord sigue en poder de los Patriots, los últimos triunfadores. Su victoria de 2015, menos emocionante que la de la noche del domingo, fue vista por 114,4 millones de espectadores.

Pese a estas cifras, la tendencia general es inequívocamente alcista. En los años setenta la audiencia de la final no llegaba a los 60 millones. En los ochenta superó los 80 millones. En los noventa fue de 85 millones. En la primera década del siglo XXI sobrepasó los 90 millones y desde 2010 la cifra se ha disparado hasta superar los 110 millones. Y eso que Nielsen, como en España Kantar Media, no mide las audiencias en los bares y establecimientos públicos, en un acontecimiento que se presta especialmente a su disfrute en manada.

Cada pieza de 30 segundos cuesta cinco millones de dólares (4,6 millones de euros), 200.000 más que en 2016.

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