GUADALAJARA

Teófila de Francisco, homenajeada por su centenario en Sigüenza

A la celebración del siglo de vida de la protagonista, en la residencia Saturnino López Novoa, acudieron sus familiares de Teófila, a los que se sumó el Ayuntamiento de Sigüenza, como viene haciendo los últimos años con todos los mayores que llegan a esa edad. En homenaje a su trayectoria vital, el Consistorio entregó a Teófila una placa conmemorativa y un ramo de flores en el día de su cumpleaños

REDACCION | Jueves 21 de febrero de 2019

El Ayuntamiento de Sigüenza, fiel a su iniciativa de reconocer a todos los ancianos que alcanzan el siglo de vida, asistió al homenaje de Teófila, entregándole, como es costumbre, una placa y un ramo de flores con motivo de la celebración de su cumpleaños.

Teófila nació el 6 de febrero de 1919 en Rienda, pedanía de la localidad de Paredes de Sigüenza, en el límite con la provincia de Soria. Procede de una familia longeva. Una de sus primas llegó a vivir 106 años. Fue la segunda de cinco hermanos, tres mujeres y dos hombres. Las tres féminas todavía viven: la propia Teófila y sus dos hermanas de 96 y 92 años, respectivamente.

Su familia se dedicaba a la agricultura. Siendo una veinteañera, se trasladó a Madrid. Su hermano mayor quedó viudo, y Teófila emigró para echarle una mano en la crianza de sus hijas. También convivió con ellos la hermana menor. Durante toda su vida, se ha dedicado a labores domésticas, tratando a sus sobrinas como si fueran sus propias hijas.

Ha vivido toda su vida en Madrid transcurrió en los barrios de Pacífico y Vallecas. A su localidad natal, Rienda, solamente volvió en los primeros años a pasar las vacaciones veraniegas. Posteriormente, su familia estableció su lugar de asueto en otra población más cercana a la capital.

Cuando falleció su hermano, Teófila tenía 93 años. Como siempre fue una mujer independiente y no quiso ser una carga para sus sobrinas, por voluntad propia, decidió mudarse a la Residencia Saturnino López Novoa de Sigüenza, porque se la recomendaron varios familiares.

Teófila tiene una salud de hierro, con los achaques propios de su edad. No toma ninguna pastilla, ni sufre ninguna dolencia importante. Aunque anda con alguna dificultad, tiene un humor envidiable y conserva su buena memoria de siempre, aunque ella diga la está perdiendo.

La residencia donde vive organizó a Teófila una fiesta entrañable, a la que acudieron además de sus familiares, que no quisieron perderse la inolvidable efeméride, la teniente de alcalde, Eva Plaza, y la concejala de Bienestar Social, Charo Toro, para reconocer su trayectoria vital y para distinguirla con una placa y hacerle entrega de un ramo de flores.


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