Hay 158.015 pacientes andaluces esperando para operarse, mientras que el Ejecutivo socialista de Susana Díaz "solo" reconocía 71.868 personas en esta situación, se "comía" a 86.147 personas.
Martes 05 de marzo de 2019
Lo cuenta este martes el diario ABC, las listas de espera de la sanidad pública andaluza eran falsas. Así de rotundo lo ha dicho el consejero de Salud, Jesús Aguirre, quien ha desvelado este martes en el Consejo de Gobierno la auditoría interna que su departamento ha realizado para averiguar el estado real del SAS y cómo abordar su situación.
Los datos que ha dado son contundentes. Hay 843.538 andaluces que están en las listas de espera bien para una consulta con un especialista, bien para una operación quirúrgica. Concretamente, hay 158.015 pacientes esperando para operarse, mientras que el anterior Ejecutivo reconocía 71.868 personas en esta situación.
A estos pacientes hay que sumar otros 685.523 personas que están pendientes de una consulta con especialistas. Este dato es particularmente relevante, ya que el Gobierno de Susana Díaz cifraba a quienes estaban esperando esta consulta en 222.962 personas.
«Ya te llamaremos les decían a los pacientes, y los ponían en la espera de la lista de espera para las consultas, pero no los contemplaban en los datos oficiales, y también son personas», ha explicado el consejero de Salud, Jesús Aguirre.
Plan de choque
Para poder atender a estas personas, el consejero ha presentado un plan de choque que pretende deshacer el «bolondrón» de este problema. Así, se van a priorizar a 30.348 pacientes, «que sabemos quiénes son, cómo se llaman y dónde están» a los que se va a atender en el plazo máximo de un año.
Se van a priorizar a los pacientes que llevan más de un año esperando en las listas de espera, un total de 18.592 personas. También a quienes ya están fuera de plazo de lo establecido en los decretos de garantías, una medida que afecta a otros 1.756 pacientes andaluces.
La Consejería de Salud calcula en 25,5 millones de euros el coste estimado para este plan de choque, «que ya ha sido visto por Hacienda porque mi consejería está tiesa como una mojama» y prevé tres medidas concretas. La primera es poner al cien por cien a las plantillas, sustituyendo las bajas y cubriendo las vacantes; a esto se suma la propuesta para ampliar en cinco horas la jornada laboral del personal sanitario, además de poner en marcha equipos volantes de especialistas que se trasladen a hospitales y centros en los que haya quirófanos libres.
El "bolondrón", en diez hospitales.-
En estos centros hospitalarios es donde se encuentra lo que el consejero ha denominado como "el bolondrón". Se trata en concreto de los hospitales Virgen de las Nieves y San Celicio (Granada); Virgen del Rocío y Virgen Macarena (Sevilla); Torrecárdenas, Inmaculada y Poniente (Almería); Hospital de Jaén (Jaén); y Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena (Huelva).
Aguirre ha explicado que su departamento ha detectado que un gran número de personas no figuraban inscritos en el Registro de Demandantes regulado en el decreto del sistema de garantías, motivo por el que no estaban incluidos en las listas de espera y no tenían los derechos regulados en dicha normativa. El número de personas excluidas de los registros oficiales de demandantes de asistencia quirúrgica o de primera consulta de especialista era igual al que sí figuraba en las listas de espera.
Según los últimos datos oficiales publicados con el sistema de garantías de plazos puesto en marcha en 2001 corresponden a junio de 2018: el número de personas en la lista de espera quirúrgica ascendía a 71.868. El nuevo sistema global implantado en diciembre de 2018, que incluye tanto a los que estaban dentro del decreto de garantías como los que no, multiplica esa cifra. Así, a la referida fecha de 30 de junio de 2018, el número real de personas en lista de espera quirúrgica se eleva a 158.015, que son 86.147 más que los computados entonces.
Este desfase, según ha manifestado el consejero del ramo, supone que la demora media aumenta en 134 días, el incremento de las tasas es de 10,48 pacientes por mil habitantes y los pacientes fuera de plazo o con demora mayor de 365 días se incrementan en 23.873.
Por su parte, los pacientes pendientes de una consulta a fecha de 30 de junio de 2018 ascendían a 222.962. El cambio de sistema eleva la lista de espera de consultas a 685.523 personas, por lo que ha permitido que se detecten 430.425 pacientes más. Así, la demora media aumenta en 123 días y los pacientes con demora mayor de 60 días se incrementan en 281.967.
Horas extraordinarias.-
El incremento de pacientes en lista de espera quirúrgica (75.983) y en consultas (430.425) a fecha 30 de junio 2018 suma 506.408 personas y motivan la aprobación de este plan de choque que se desarrollará hasta finales de año. Para ello la Consejería de Salud y Familias recurrirá a un impulso de las intervenciones, pactará horas extraordinarias con los profesionales sanitarios, potenciará la cirugía ambulatoria y derivará pacientes a hospitales concertados.
Aguirre ha defendido que el Gobierno andaluz va a cumplir con las plantillas "al 100%" y va a ofrecer incentivos para alargar la jornada de manera voluntaria. "Mientras más operaciones se hagan y más horas se trabajen más eficiente será el dinero que ponen en nuestras manos los andaluces", ha señalado el consejero, quien no descarta la posibilidad de que pudieran hacerse operaciones en fin de semana. "Si el sábado está libre un quirófano por qué no puede usarse", ha indicado.
Preguntado sobre de dónde saldrá el presupuesto de 25,5 millones para el plan de choque, Aguirre ha respondido que el consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha acogido "favorablemente" la propuesta durante la reunión del Consejo de Gobierno de este martes y se ha mostrado "sensible" a la misma. "De dónde saldrá el dinero, ya se verá, lo importante es que vamos a actuar ante lo prioritario", ha sostenido el titular de Salud y Familias.
Junto a ello, el consejero también ha acusado al anterior gobierno de haber "jugado con la vida de los pacientes andaluces" en relación con las largas listas de espera y el "maquillaje" de unas cifras "escandalosas". Según ha indicado, aunque el no operar a una persona no tiene por qué conllevar su muerte, "sí que ayuda". Si bien, ha dicho no tener datos de las personas que han fallecido mientras estaban en lista de espera para ser intervenidas quirúrgicamente o someterse a una prueba diagnóstica.
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