Martes 12 de marzo de 2019
El Reino Unido investiga desde diciembre un brote con al menos cuatro casos de una variante de la gonorrea resistente a casi todos los antibióticos.
Las autoridades de ese país sitúan el origen en Ibiza, ya que los infectados —todos británicos— viajaron durante el pasado verano a la isla o mantuvieron relaciones sexuales con personas cuya infección estaba vinculada con ella, según un estudio que aparece en la revista de salud pública Eurosurveillance.
El primer caso de esta red fue detectado en octubre de 2018, cuando una paciente se presentó en una clínica de salud sexual en el Reino Unido con molestias urinarias. La mujer relató que dos meses antes había tenido relaciones sexuales vaginales sin protección con más de un hombre, todos británicos, mientras estaba de vacaciones en Ibiza. La mujer dio positivo en gonorrea y se curó tras recibir ceftriaxona intramuscular de 500 mg y azitromicina oral de 1 g.
Pero aquí no acababa la red de transmisión. Un mes después, otra mujer se presentó en otra clínica de salud sexual en otro lugar del Reino Unido para hacerse un chequeo de salud sexual. Dio positivo en gonorrea y fue tratada con una dosis única de 1 g de ceftriaxona intramuscular. Aunque inicialmente respondió al tratamiento, los síntomas reaparecieron. Falló el tratamiento posterior con una dosis única de gentamicina intramuscular 240 mg más azitromicina oral 2 g. Lograron eliminar la infección con ertapenem intravenoso 1 g una vez al día durante 3 días.
La paciente reportó que, dos semanas antes, había tenido relaciones sexuales vaginales, orales y anales sin protección con un hombre asintomático residente en el Reino Unido que había estado de vacaciones en Ibiza y tenía vínculos con la misma red sexual que el primer caso. Este hombre no tuvo síntomas y dio negativo en gonorrea sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, los investigadores creen que dado su vínculo con la misma red sexual que el caso 1, es probable que haya sido la fuente de la infección del caso 2 y que haya eliminado de forma espontánea su infección.
La segunda mujer también tuvo relaciones sexuales orales sin protección y relaciones sexuales vaginales protegidas con otro chico 8 días después de recibir el primer tratamiento (ceftriaxona), antes de que sus síntomas reaparecieran. Este compañero también se infectó y recibió tratamiento efectivo con ertapenem 1g intravenoso una vez al día durante 3 días.
Se envió un aislamiento de N. gonorrhoeae de cada caso con cultivo positivo al laboratorio de referencia nacional de Salud Pública de Inglaterra para su estudio. Los aislamientos mostraron resistencia a la ceftriaxona, cefixima, penicilina, tetraciclina y ciprofloxacina y resistencia intermedia a la azitromicina.
Los investigadores temen además que, dado que no se pudo contactar a los compañeros sexuales del caso 1 y que no está claro cuánto tiempo estuvo infectado el contacto masculino asintomático del caso 2 ni si esta cepa de N. gonorrhoeae fue adquirida inicialmente por residentes del Reino Unido antes o durante el viaje a Ibiza, «es probable que haya habido una transmisión hacia adelante desde uno o más casos no detectados».
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