El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha presentado hoy las medidas que el Ayuntamiento va a adoptar en las próximas semanas para tratar de controlar la proliferación de aves en la ciudad. Lo ha hecho acompañado del concejal de Medio Ambiente, Francisco Úbeda.
Tal y como ha explicado, en la actualidad, con la industrialización y las grandes urbes, algunas especies de aves han ido evolucionando y adaptándose a este medio de un modo muy eficaz. Éste es el caso de especies como los estorninos, la paloma bravía o la paloma torcaz, siendo esta última, si cabe, la de mayor adaptación al medio urbano en los últimos años.
La naturaleza gregaria de estas especies y la gran proliferación de las mismas, ligadas a la ausencia de depredadores en las ciudades, provocan un balance desequilibrado para el medio, generando diversos problemas en el ecosistema urbano. Además de ensuciar vehículos y la vía urbana, también ocasionan un perjudicio sanitario (por la transmisión de enfermedades), daños en el patrimonio histórico y ambiental (el exceso de palomas y estorninos, genera la pérdida de otras especies en el ecosistema urbano).
“Por todo ello – ha explicado el alcalde de Guadalajara- surge la necesidad de equilibrar el ecosistema urbano de una manera sostenible a la par que eficaz, con métodos eficientes y a la vez respetuosos con el medio ambiente y el bienestar animal. Por ello el Ayuntamiento de Guadalajara, independientemente de las actuaciones ya realizadas de control de aves, va a realizar durante los próximos cuatro meses tres actuaciones de carácter puntual que tienen como objetivo reducir el número de palomas torcaces y estorninos en la ciudad de Guadalajara.
El alcalde ha señalado que “desde el Ayuntamiento de Guadalajara se aboga por conseguir un balance ecológico de manera sostenible y por ello creemos que el control biológico de aves mediante técnicas de cetrería, unido al proyecto de reintroducción del halcón peregrino que llevamos a cabo en nuestra ciudad, pueden ser de gran ayuda para el equilibrio de las especies”. Se estima que en Guadalajara hay una población de más de 10.000 palomas torcaces, tal y como ha explicado Guillermo Soria, de Sarama Falcons, la empresa encargada de realizar los trabajos.