Fe, devoción y recogimiento durante la celebración de la Semana Santa en Yebra

Las lluvias no pasaron de ser un mero contratiempo para la celebración de la Semana Santa en Yebra, no permitiendo la celebración de alguno de los actos programados pero sin ser impedimento para el ambiente de devoción, fe y recogimiento que volvió a vivirse en la localidad alcarreña a lo largo de estos días.

“Nuestra Semana Santa es profundamente castellana, sencilla, basada en las tradiciones de siglos. Así hemos vuelto a vivirla este año, con un profundo respeto”, explica el alcalde, Juan Pedro Sánchez Yebra.

De esta manera, los actos principales comenzaban el Jueves Santo con la misa del Lavatorio. Después, la procesión de la noche tuvo que ser suspendida por la lluvia, siendo sustituida por un pequeño concierto de marchas de procesión a cargo de la Banda de Música Municipal de Yebra, en el interior de la iglesia de San Andrés Apóstol. La velada finalizó con la Hora Santa.

El Viernes Santo comenzaba con la suspensión del Vía Crucis, de nuevo por el mal tiempo. Sin embargo, fue el último de los actos que no pudieron celebrarse, ya que por la tarde tuvieron lugar los Santos Oficios y por la noche sí se pudo salir en procesión con las imágenes de la Virgen de la Soledad, la Dolorosa y el Santo Sepulcro.

Ya el sábado, la noche estaba reservada para la Santa Misa de Pascua de Resurrección. Así, al día siguiente, Domingo de Resurrección, la procesión del Encuentro entre la Virgen de la Soledad y Cristo Resucitado precedió a la misa.

Una vez terminados los actos religiosos, los yebranos no dudaron en cumplir con una de sus principales tradiciones de estos días. Para ello, celebraron una comida campestre para ‘juntar el hornazo’, su tradicional bollo dulce adornado con huevos cocidos. “Es uno de los mejores momentos de la Semana Santa, cuando familias y amigos se unen para celebrar con una comida en el campo la alegría de la Resurrección, justo antes de tener que volver al día a día de cada uno”, finaliza el primer edil.