Antonio Román ha anunciado que en el próximo mandato desarrollará un censo con el ADN de los perros de Guadalajara con el fin de que a través de una muestra recogida de sus excrementos pueda identificarse al propietario y sancionarlo por no haberlos recogido de la vía pública. Esta medida, que fue valorada hace un tiempo, tendrá un objetivo disuasorio y permitirá que las calles no se vean afectadas por las conductas incívicas de algunos dueños. La existencia de excrementos caninos es, junto a los de palomas, un problema que el candidato a la Alcaldía está dispuesto a atajar. Con respecto a este último, a la suciedad que generan las palomas, ya se está trabajando a través de la captura de las mismas y del vuelo de rapaces por los diferentes barrios de Guadalajara, con el fin de ahuyentarlas y que no regresen. Por otro lado, se seguirá adelante con la brigada de limpieza de graffitis que ya puso en marcha el equipo de Gobierno de Antonio Román y se creará, como otro elemento novedoso, una brigada específica que controlará los entornos de los contenedores con el fin de que los ciudadanos introduzcan las bolsas dentro de los mismos y no las depositen fuera. Tal y como ha destacado Román, en los últimos dos meses se ha sancionado a unas quince personas que no han depositado sus desperdicios en los contenedores.
Por último, en el próximo mandato, se pondrá en marcha el quinto contenedor para la recogida de restos orgánicos en la ciudad. Ya se inició un proyecto piloto en uno de los barrios de Guadalajara, que se desarrolló con éxito, y el propósito de Antonio Román es extenderlo progresivamente al resto de la ciudad.