En los últimos años, los derivados del cáñamo están siendo probados en las mascotas por sus efectos terapéuticos, aunque en dosis más pequeñas porque sus organismos son más vulnerables que los de las personas.
Hay que destacar que para evitar un efecto adverso, los comestibles, cremas y aceites de CBD deben ser fabricados sin THC, el responsable de producir adicción.
Investigaciones recientes han determinado que los receptores llamados cannabinoides que se encuentran en el cuerpo de las mascotas reciben los mismos efectos analgésicos, oxigenantes y antiinflamatorios descubiertos en los seres humanos. Específicamente, el receptor CB1 incide en el área cerebral y el CB2 en el sistema inmunológico.
Por supuesto, las dosis varían dependiendo de otros factores como la raza, el tamaño y dolencia de la mascota. Para una información más específica sobre el uso medicinal del CBD, hay que consultar con el veterinario o haz clic aqui.
En cuanto a la condición de su consumo, el cannabidiol es legal en Estados Unidos, España y Alemania. De hecho, actualmente se encuentra una gran variedad de productos como alimentos, ungüentos y aceites fabricados con la milagrosa planta para aliviar enfermedades como artritis, cáncer y dolores crónicos.
El CBD también es conocido en los consultorios de los veterinarios por disminuir eficazmente el dolor porque relaja el receptor llamado Vaniloide en el cerebro, especialmente durante enfermedades crónicas. Otro efecto ha sido su relación con la aparición menos frecuente de ataques epilépticos en las mascotas.
En un estudio publicado por Publi Med en 2012 sobre la dermatitis en perros, se encontró que este aceite sana rápidamente las lesiones en la epidermis y reduce la inflamación, al regular el sebo natural del can.
Mientras que el Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad Itaca de Nueva York determinó en 2018, la vinculación directa entre el cannabidiol (en aceite) y el mejoramiento significativo de los perros que padecen de artritis ósea.
A su vez, estudios clínicos en ratas han determinado que este componente ha sido el responsable de bajar el número de células cancerígenas en el cuerpo. Por lo que la investigación médica va a seguir evaluando en las mascotas esta sustancia natural usada como remedio.
Al igual que los seres humanos, las mascotas sufren desequilibrios químicos en sus neurotransmisores, por lo que se ponen muy hiperactivos, ansiosos o a la inversa, se deprimen. Con el fin de tratar estos efectos, el cannabidiol estimula la producción de serotonina, que se ve disminuida por agentes externos como pirotecnia, relámpagos o el abandono o la muerte de uno de sus dueños.
Como consecuencia positiva en los perros tratados, se ha detectado el aumento de su apetito. Esto mejora la condición física y psicológica de la amada mascota, así como el brillo de su pelaje y su estado de ánimo.
Estos estudios también han detectado una muy baja presencia de sensaciones adversas en los animales después de haber ingerido este producto como letargo y somnolencia y en casos muy extraños, picor y vómito. Para evitar intoxicaciones, en el momento de observar alguna reacción alérgica hay que suspender su uso y llevarlo al veterinario.
Los usuarios que aún ven con escepticismo este remedio por miedo a posibles adicciones deben saber que el CBD es un subproducto de la hoja del cáñamo que ha sido tratada para eliminar el THC, sustancia ilegal en varios países para su uso recreacional.
Por todo esto, es importante comprobar en las etiquetas de los productos de cannabidiol, que no tengan THC, especialmente si lo van a consumir las mascotas, que son más sensibles a los efectos de este psicotrópico. Y verificar que es un producto, que cumple con la calidad sanitaria española y de la CE.
Como se ha observado, la ciencia y la tecnología avanzan cada día para mejorar la calidad de vida de las personas y de sus mimadas mascotas.
Así como sus dueños utilizan el aceite de CBD para aliviar sus dolencias físicas, psicológicas y hasta afectivas, los veterinarios han comprobado resultados óptimos en su aplicación para aliviar los síntomas más recurrentes como inflamación, dolores, ansiedad y ataques epilépticos en los canes.
Al contar con una mascota en casa, se debe cuidar otros aspectos como alimentación, hidratación, actividad deportiva y afecto.