REDACCION | Martes 09 de julio de 2019
El Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha defiende que los podólogos son los únicos profesionales sanitarios especializados en el pie. Su capacitación profesional les faculta para atender a los pacientes con patologías en los pies, diagnosticar, tratar, prescribir medicamentos e intervenir quirúrgicamente.
De esta forma, quieren llamar la atención de la población sobre la adquisición de determinados productos sanitarios en establecimientos comerciales en supermercados, grandes superficies e internet, y sobre su manipulación sin estar capacitados para ello, ya que ello puede implicar un riesgo importante para la salud de las personas que los adquieran, con la posibilidad de desarrollar úlceras y otras patologías en los pies.
Por ello, desde el órgano colegial aseguran que si una persona sufre lesiones en la piel como hiperqueratosis o helomas (durezas y callos) debe consultar a un especialista en Podología, porque será este profesional cualificado el que decidirá qué tratamiento aplicar una vez haya averiguado el origen de la dolencia.
Sin embargo, desde el Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha advierten que muchos pacientes antes de coger cita con un podólogo apuestan por el uso de callicidas, una práctica muy extendida entre la población,que los podólogos desaconsejan, dado que producen una serie de complicaciones que empeoran la lesión, como quemaduras en la piel.
Además, los podólogos aseguran que la quemadura producida por el callicida nunca es delimitada y específica en la zona de la lesión hiperqueratósica, sino que también afecta a la piel sana, produciendo por tanto más dolor.
Pero si grave puede llegar a ser su uso para la población en general, mucho más para los que tienen dolencias crónicas. En este sentido, advierten de la importancia de que los pacientes diabéticos no usen nunca estos productos, así como los que tengan problemas circulatorios, por el riesgo que implican de producir lesiones con graves complicaciones, como la ulceración, pudiendo incluso acabar en amputación en el peor de los casos.
Por ello, desde el Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha recuerdan que la Podología es una profesión regulada por la Ley de Ordenación Sanitaria 44/2003 para cuyo ejercicio es obligatorio haber cursado y finalizado satisfactoriamente la titulación universitaria de Grado y estar colegiado.
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