Miércoles 14 de agosto de 2019
Díaz Ayuso promete una rebaja fiscal que dejaría el tipo máximo de Renta en el 43%, el más bajo en cuarenta años.
El programa de futuro de Díaz Ayuso pasa por abordar en los próximos cuatro años una reducción de medio punto más en todos los tramos del IRPF y por elevar el mínimo personal y familiar por descendientes, además de garantizar a los contribuyentes madrileños que el Gobierno de la Comunidad de Madrid con Ciudadanos, y con el respaldo de Vox, adoptará las medidas que sean necesarias para amortiguar el potencial impacto de las subidas fiscales que ejecute el Ejecutivo nacional, cuya intención es elevar el IRPF a los contribuyentes con rentas más altas.
Serán éstos, precisamente, -las rentas más altas-, los grandes beneficiados del compromiso de Díaz Ayuso, que implicaría la reducción futura del tipo máximo del Impuesto sobre la Renta que se paga en la Comunidad de Madrid al 43%, el suelo histórico que ha tenido la tributación por Renta en España desde la instauración del IRPF en el año 1978. Sólo hay un precedente en democracia de una presión fiscal tan liviana sobre las rentas más altas, el que se produjo entre 2007 y 2011 tras la primera reforma fiscal del Gobierno Zapatero, cuando el presidente socialista sostenía que bajar impuestos era de izquierdas.
La comprometida por Díaz Ayuso en su discurso de investidura sería la quinta rebaja de tipos en el IRPF aprobada por la Comunidad de Madrid desde el año 2006 y la tercera que reduce la presión fiscal sobre el tramo de contribuyentes de rentas más altas. La primera, ya se ha recordado, fue casi testimonial, se aprobó en 2016 y sirvió para que el Ejecutivo de Esperanza Aguirre pudiera presumir de tener un IRPF un pelín más bajo que el del resto de España (42,9% frente a 43% para el tramo de rentas más alto).
La crisis vino a ensanchar la distancia entre el régimen fiscal estatal y el de la Comunidad de Madrid. El Gobierno de Esperanza Aguirre se desmarcó de la subida de IRPF decretada por el Ejecutivo socialista para atender el desplome de ingresos derivado de la crisis y el coste de oportunidad para las rentas más altas de no residir en Madrid se incrementó, ya que mientras que el tipo máximo subió en el conjunto del país al 47% en Madrid se mantuvo en el 44,9% por la decisión del Ejecutivo regional de mantener el tipo máximo autonómico en el 21% frente al 23,5% general.
El 'gap fiscal' a favor de la Comunidad de Madrid, que ha sido abiertamente cuestionado por la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se redujo en parte al año siguiente, en 2015, cuando culminó la secuencia de la rebaja fiscal en dos años aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy y se consolidó el esquema que ha llegado hasta este año con un tipo máximo del 45% a nivel estatal, que en el caso de la Comunidad de Madrid es del 43,5%.
Según los últimos informes sobre el panorama de la fiscalidad autonómica que año tras año publica el Registro de Asesores Fiscales, es que las contribuyentes madrileños son los que menos impuestos pagan por sus rentas del trabajo en todo el territorio nacional, con diferencias que llegan hasta los 24.000 euros para los contribuyentes con rentas superiores a 600.000 euros.
Según este organismo, la ventaja fiscal que obtienen los contribuyentes madrileños por este esquema ronda los 1.000 euros para los individuos que declaran 70.000 euros.
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