Viernes 23 de agosto de 2019
Ante el bloqueo en las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos para salvar la legislatura, las principales herramientas que convirtieron a Pedro Sánchez en el candidato más votado en abril comienzan a resquebrajarse.
Los ciudadanos empiezan a penalizar la falta de gobernabilidad. La participación –la cuarta más alta registrada en democracia y que logró sacar de sus casas tanto a votantes de izquierdas como independentistas– hoy se alejaría del compás socialista y podría, perjudicar sus resultados en el caso de repetirse elecciones.
Un 71,8% de los españoles acudieron a votar el 28-A. Hoy votaría hasta un 4,2% menos. La abstención aumentaría, del 28,2 al 32,4%.
De cara a una posible repetición electoral y con los datos que recoge NC Report para LA RAZÓN resulta clave conocer la reacción de los votantes del bloque de izquierdas y del de derechas en estos cuatro meses sin gobierno, para conocer qué fuerzas serían las más perjudicadas por la participación que baja y la abstención que sube. Los datos apuntan a la desmovilización de la izquierda si finalmente Pedro Sánchez no logra un acuerdo con Podemos antes del 23 de septiembre.
Dentro del bloque de izquierdas, el voto al PSOE, Podemos y los partidos independentistas bajaría en hasta ochocientos mil votantes desde las pasadas elecciones hasta este mes, pasando de 11,4 millones de votos a los 10,6 millones actuales, un 7,1% menos que el 28-A.
Esta disminución ha sido paulatina, situándose en el mes de junio en 11 millones y en julio en 10,7. Mientras, el PP, Ciudadanos y Vox consiguen estabilizar mejor su electorado que los partidos de izquierda. La derecha fidelizaría más votantes que el otro bloque.
Según los datos, la bajada en participación ante un adelanto electoral se constata mes a mes, resultando el bloque de la izquierda el más perjudicado.
En las elecciones del mes de abril, la participación real se fijó en el 71,8% y dio la victoria clara al PSOE con 123 escaños. Sin embargo, a día de hoy, la participación se quedaría en un 67,6%, 4,2 puntos menos en apenas cuatro meses que harían incrementar la abstención del votante de izquierdas.
De hecho, la última encuesta publicada por este diario este mes advertía de que el PSOE pierde ya 485.000 de sus votos por esta vía. Es el partido que, a día de hoy, más votos aporta a la abstención.
En las elecciones generales recibió hasta 1,3 millones de votos del partido de Pablo Iglesias y hasta otro millón le llegaba desde la abstención. A Unidas Podemos se le escapan ya hasta 319.000 votos que irían directos al bloque abstencionista, aunque retendría el grueso de su electorado, a pesar de la previsible caída en escaños, de entre ocho y once respecto a abril, lo que confirma la sangría en votos traducida en escaños que encadena desde el 2016. Ante la previsión de una mayor abstención, el politólogo Pablo Simón esgrime que el análisis que debe focalizarse es el de si ésta perjudica más al PSOE o a Podemos.
En su opinión, ante una repetición electoral, en provincias de interior el PSOE puede encontrarse con un detrimento que favorecería al PP.
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