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Atención, el Banco de España avisa de lo que se avecina : se hunde la previsión de crecimiento y cae la creación de empleo

La desaceleración económica de España es ya una realidad

Miércoles 25 de septiembre de 2019
Según las previsiones que ha publicado el Banco de España, no se trata de un leve enfriamiento, como ha tratado de trasladar el Gobierno, sino de un notable freno al crecimiento. En concreto, el organismo estima que el Producto Interior Bruto (PIB) repuntará un 2% en 2019, dato que contrasta con el 2,4% que el propio BdE señaló en junio. Esto es, en apenas tres meses ha rebajado su estimación en cuatro décimas, una cifra muy notable y poco habitual.

Además, el departamento de Economía y Estadística dirigido por Óscar Arce ha reducido también sus estimaciones para 2020 y 2021, esto es, en todo el horizonte de tiempo analizado. Así, el próximo año la economía repuntará un 1,7%, lo que supone restar otras dos décimas respecto a su previsión anterior, mientras que en en 2021 la previsión es del 1,6%, una décima menos.

Todos estos datos se quedan muy por debajo de las previsiones oficiales del Gobierno, que para este ejercicio prevé un repunte del 2,2%, y de hecho van justo en la dirección contraria a la intención de la ministra de Economía, Nadia Calviño, de elevar la previsión de crecimiento para este año.

Las razones del menor crecimiento, tal y como explicado Arce, son varios. Por una parte se encuentra la revisión a la baja que hace unos días realizó el Instituto Nacional Estadística (INE) del crecimiento de los últimos trimestres, situación que a su vez ha provocado una reducción de dos décimas en la previsión del presente año. Y por otra se encuentran tanto las tensiones exteriores, entre las que se encuentras la guerra comercial o el Brexit, como la inestabilidad política de España, factores que de manera combinada son responsables de las otras dos décimas de reducción.

Respecto a la situación de la política nacional, el director general de Economía y Estadística sí ha subrayado que "la indefinición del Gobierno de la nación y del futuro de las políticas económicas" son factores que restan capacidad de crecimiento a la economía. Y, además, ha criticado la incapacidad de la clase política de llevar a cabo reformas de calado durante los años de crecimiento que hubiesen fortalecido la situación de España.

En cuanto a la posibilidad de que España sufra una recesión, el Banco de España señala que no es en absoluto su escenario central, y que para ello sería necesaria "una perturbación muy negativa" de todos los factores negativos, una "acumulación de shocks" que ahora parecen muy poco probable.

A ello, el Banco de España suma una moderación en el ritmo de creación de empleo y una rebaja en sus estimaciones que, de nuevo, abarcan todo el escenario analizado. "La afiliación se desaceleró entre mayo y agosto, con crecimiento mensuales del 0,1%", explica el Banco de España. Entre enero y abril, en cambio, el ritmo era del 0,2%, por lo que "el ritmo de creación de empleo se ha reducido a la mitad". "Además", prosigue el BdE, "el paro registrado ha dejado de caer en lo meses de verano", mostrando una desaceleración "algo más intensa de lo esperado".

Arce también ha querido llamar la atención sobre dos situaciones que, en su opinión, son de notable importancia para explica el actual contexto. Por una parte, el desplome en ocho décimas del consumo privado durante el presente año, una referencia que es básica para la economía española. Y, por otro, "la desaceleración de la inversión en vivienda" que se ve reflejada "principalmente en las compraventas de vivienda, que se ralentizan con mayor intensidad en el segmento de segunda mano".

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