La expansión del poker por Estados Unidos se produjo en el siglo XIX, a través de las grandes travesías por el río Mississippi, ya que el juego de cartas se convirtió en el único entretenimiento durante el viaje para los marineros. Sin embargo, su popularidad aumentó considerablemente a raíz de la Guerra Civil o Guerra de Secesión que tuvo lugar entre 1861 y 1865. En este conflicto militar aparecieron diferentes variedades de poker, como el 5 Card Stud, el Draw o el Straight. La fama del juego de cartas provocó la aparición de máquinas mecánicas que ofrecían la posibilidad de apostar pequeñas cantidades de dinero, generalmente cinco centavos, por la aparición de los colores rojo o negro en los giros de una ruleta con forma de disco. Los premios, que debían solicitarse a los dependientes de los salones, consistían en tabaco o bebidas gratis.
Los empresarios Sittman y Pitt tomaron la idea de esas primeras máquinas mecánicas del Viejo Oeste y sustituyeron el plato de colores de la ruleta por cinco rodillos con imágenes de la baraja de poker. La baraja del juego de cartas estaba compuesta por 52 cartas, pero los empresarios eliminaron el 10 de picas y la J de corazones con el objetivo de reducir las posibilidades de que los jugadores pudieran conseguir una escalera real. En cualquier caso, los premios dependían del valor de la combinación de cartas obtenida por el jugador, aunque también consistían en cigarrillos, bebidas y otros productos similares que los bares proporcionaban como forma de pago. El principal problema de esta máquina tragaperras primitiva era que no tenía un mecanismo de inserción de monedas y, por tanto, tampoco pagaba directamente al ganador.
En el año 1887, el ingeniero de origen alemán Charles August Fey fabricó la máquina tragaperras de la historia, tal y como las conocemos en la actualidad, en la ciudad de San Francisco. Esta primera slot, conocida como Liberty Bell (Campana de la Libertad), revolucionó el mercado en Estados Unidos, ya que funcionaba con un sistema mecánico de engranajes que accionaban tres carretes cuando el jugador tiraba de la palanca situada a la derecha de la máquina. Los corazones, los diamantes, las espadas, las herraduras y las campanas de la libertad fueron los primeros símbolos de este juego de azar, los cuales también permitían comprobar de una forma mucho más rápida el resultado de la partida. Para conseguir la victoria, los jugadores debían conseguir tres campanas de la libertad en una misma línea. En ese momento, la máquina realizaba el pago automático de diez monedas, el mayor premio posible.
El propio Charles Fey fue el inventor de la máquina tragaperras conocida como Card Bell. Esta slot, que también contaba con tres rodillos y un sistema de pago automático, fue la primera de la historia con símbolos de poker, ya que el objetivo del ingeniero era representar la mano de un jugador del juego de cartas. El problema del alemán fue que no patentó su invento, por lo que diversos fabricantes del país se aprovecharon de esta situación para realizar modificaciones que posteriormente lanzaban al mercado. Todo ello desembocó en un crecimiento exponencial de las slots a principios del siglo XX, aunque también lo hicieron diferentes grupos conservadores y religiosos que lucharon contra este juego de azar. Por este motivo, numerosos estados norteamericanos legislaron en contra de las máquinas tragaperras que otorgaban premios en metálico.
Los símbolos de frutas tienen su origen en ese contexto de restricciones de las máquinas tragaperras en Estados Unidos. Charles Fey y otras empresas que fabricaban slots decidieron sustituir los premios metálicos por chicles y caramelos para saltarse las prohibiciones de la época. The Industry Novelty Company se convirtió en la primera compañía en usar los símbolos de frutas en 1909. Estas representaciones nacieron con el objetivo de sustituir a los símbolos que tradicionalmente se habían asociado con este tipo de juegos de apuestas. Un año más tarde, la empresa Mills Novelty Company fabricó su propia versión de la máquina tragaperras con símbolos de frutas, aunque en esta ocasión incorporó la imagen de un paquete de chicles que se convirtió en el símbolo de BAR.
El desarrollo tecnológico de las clásicas slots ha desembocado en la versión online de las máquinas tragaperras, que los jugadores pueden encontrar en las diversas plataformas de juego que operan en España. Unos avances tecnológicos de los que también se han aprovechado los desarrolladores para crear nuevas características que mejoran la experiencia de juego de los usuarios. En este contexto digital nacieron los populares símbolos Wild, que permiten sustituir a cualquier otra figura para crear nuevas combinaciones ganadoras, y los símbolos Scatter, que desbloquean los juegos de bonificación o activan un número determinado de giros gratis.
Todos estos símbolos, tanto los más clásicos como los más modernos, se pueden encontrar en los casinos online que operan en el mercado español. De esta forma, los jugadores pueden disfrutar de una amplia variedad de slots, con innumerables temáticas, desde la comodidad del hogar durante las 24 horas del día en cualquier dispositivo electrónico con conexión a internet. Una serie de características que convierten a las máquinas tragaperras en el juego de azar más popular para los jugadores.