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Al menos cinco muertos en el ataque de un funcionario en la Prefectura de Policía de París

Jueves 03 de octubre de 2019
ACTUALIZACIÓN ....A primera hora de la tarde de este jueves, Mickael H., nacido en 1974, en Fort-de-France, capital de la Martinica, en las Antillas francesas, convertido al islam hace dieciocho meses, armado con un cuchillo de cerámica, de uso doméstico, asesinó a cuatro personas en la Prefectura de Policía de París, en el corazón histórico de la capital, a doscientos metros de la catedral de Notre-Dame.

La matanza se produjo en el interior de las dependencias de la Direction du Renseignement de la Préfecture de Police (DR-PP), uno de los inmuebles más y mejor vigilados de Francia, en un perímetro policial sometido a medidas de vigilancia excepcional.

La Fiscalía del Estado inició una primera investigación por homicidio voluntario y homicidio cometido contra representantes de la autoridad pública. La Fiscalía antiterrorista esperaba ampliar las primeras informaciones antes de pronunciarse sobre su posible participación.

Según el matutino «Le Figaro» y la cadena BFMTV (información permanente), el asesino se habría convertido al islam hace año y medio. Tras el registro de su domicilio, en Gonesse (26.000 habitantes), en la periferia este de París, la Policía detuvo a su esposa, Ilham E., sospechosa de eventual «colaboración».

Ilham E. y Mickael H. se casaron en 2014 en Gonesse, la ciudad de su residencia, un «pueblo grande» con una población musulmana de cierta importancia, que lleva años empeñada en el proyecto de construcción de una «gran mezquita». Los vecinos consultados por muy diversos medios confirman que la esposa era musulmana y compartía con su marido un hándicap de sordera de cierta gravedad. Ella tenía ciertos problemas de «locución».

Según fuentes policiales, Mickael H. asaltó a tres policías que se encontraban en el pasillo de su despacho de trabajo en las dependencias informáticas de la Direction du Renseignement de la Prefecture de Police (DRPP, servicio de información e inteligencia policial). El asesino había podido introducir en la sede de la «policía de las policías», en el corazón de París, un cuchillo de cerámica, aparentemente imposible detectar por medios convencionales. Tratándose de un personaje sin problemas conocidos, durante veinte años, tampoco estaba fichado por eventual «radicalización».

A primeras horas de la tarde de hoy, Mickael H. salió de su despacho asesinando a cuchilladas a los tres primeros policías que encontró a su paso, atacados por sorpresa. El asesino siguió su marcha ensangrentada por los pasillos del edificio policial más vigilado de Francia. A los pocos minutos asaltó y asesinó a una secretaria del servicio de la seguridad de proximidad de la aglomeración parisina. Una segunda mujer, secretaria en los servicios de recursos humanos, fue asaltada pero consiguió escapar al asesino.

Ya en el patio del gran edificio de la Prefectura, un oficial de servicio dio el alto y pidió al asesino que tirase el cuchillo con el que había cometido los crímenes. Ante su negativa y gestos amenazantes, el oficial hizo uso de su arma reglamentaria matando a tiros en la cabeza a Mickael H. Según varios testigos, el espectáculo de la matanza y el asesino, caminando, enarbolando su cuchillo ensangrentado, provocó estallidos de pánico y llanto entre muchas mujeres, policías y civiles.

Neutralizado y muerto el criminal, un helicóptero de los servicios de sanidad del ministerio del Interior, trasladó a la última víctima, entre la vida y la muerte, a un hospital de la región parisina. Las fuentes policiales comenzaron por subrayar sus «dudas» sobre el carácter potencialmente terrorista de la matanza. Si se confirmase la conversión del asesino a la religión musulmana, el caso podría tomar otro rumbo, imprevisible. A última hora de la noche de este jueves, todas las investigaciones policiales parecían centradas en la inquietante personalidad del asesino y su esposa, unidos por la sordera y su conversión a la religión musulmana, en una ciudad de la periferia este, Gonesse, que tiene una comunidad influyente, que lleva años trabajando en la construcción de una «gran mezquina».

Jueves 3 de octubre de 2019, 16,30 horas...Al menos cinco personas han fallecido durante el ataque con un cuchillo de un funcionario a la Prefectura de Policía de París, donde trabajaba. El autor de la agresión también ha muerto, de acuerdo con el diario francés Le Parisien.

El agresor ha sido "neutralizado" por otro policía con su arma, de acuerdo con la cadena de televisión BFMTV.

La Prefectura se encuentra situada muy cerca de la Catedral de Notre Dame. Por el momento no hay más detalles sobre las circunstancias o los motivos del atacante.

.El secretario general del sindicato policial Unité SGP Police FO, Yves Lefebvre, indicó en la cadena BFM TV que uno de los policías está muy grave tras el ataque perpetrado en la prefectura, situada muy cerca de la catedral Notre Dame.

El agente se encontraba en una escalera del edificio cuando ha sido atacado por el agresor, que ha sido "neutralizado" por otro policía con su arma, de acuerdo con la cadena de televisión, que precisa que habría también otra "víctima colateral" gravemente herida.



Nada se sabe, al menos de momento, de las causas detrás del ataque. La prensa francesa da prioridad a la pista de un conflicto personal. El agresor, cuya identidad todavía no ha sido revelada, era un funcionario que trabajaba en el servicio de informática como administrativo adjunto y que llevaba empleado en la sede policial parisina desde 2003. “Jamás presentó dificultades de comportamiento ni dio la menor señal de alerta” antes de este jueves, subrayó Castaner. Sin embargo, en declaraciones a la emisora Franceinfo, Christophe Crépin, colega del agresor, dijo que este mantenía una disputa con una de las víctimas, “su jefa de servicio”, extremo por el momento no confirmado oficialmente.

El fiscal anunció que se ha abierto una investigación por “homicidio voluntario sobre persona depositaria de autoridad pública” y por “tentativa de homicidio sobre persona depositaria de la autoridad pública”.

“Estamos con mi colega de la fiscalía antiterrorista en evaluación de la situación y veremos cómo la acabamos calificando, pero por el momento es la fiscalía de París la que se queda con el caso”, añadió.

El ataque comenzó entre las 12.30 y las 13.00. Es la hora en que la mayoría de los parisinos o vuelven de comer o se disponen a hacerlo. También en la isla de la Cité, el corazón de París donde se erige la catedral de Notre Dame, pero también el antiguo palacio de justicia —aún en uso— y la sede policial, la prefectura de la policía. Fue allí donde se produjo el drama que muchos siguen sin explicarse cuando el funcionario policial sacó un cuchillo de cerámica y se abalanzó contra varios de sus colegas en un “recorrido mortal”, en palabras del ministro de Interior, desde su oficina hasta el patio, donde fue finalmente abatido.

“Vi a un hombre con un cuchillo en la mano. Corría tras un policía. Este le hizo hasta tres advertencias pero (el agresor) no se detuvo y él disparó”, dijo una agente administrativa que no quiso dar su nombre al diario Le Parisien. Otros testigos confirmaron la escena. En vista de que el agresor no se detenía, el agente “disparó dos veces. Vi cómo el hombre caía (…) trabajamos en la prefectura de policía, hemos vivido atentados, lamentablemente, estamos acostumbrados” a situaciones así, declaró otra persona que presenció los hechos, también bajo condición de anonimato.

“Escuché unos tiros y vi a tres policías que estaban llorando, ahí me dije que debía ser grave”, relató por su parte a las cámaras Emery Siamandi, un traductor empleado en la sede policial y que vio el final de la tragedia. “Primero pensé que un policía se había suicidado. Pero no, era el policía con el agresor abatido, el policía estaba llorando. Ahí me dije que algo grave había pasado. Unos minutos después, vi entrar al ministro de Interior y estaba pálido y su cara era de pánico”.

El ataque ha conmocionado a un país muy sensibilizado ante cualquier acto violento. Desde 2015, Francia ha sido escenario de varios ataques atribuidos a grupos yihadistas, que incluyeron ataques sincronizados y agresiones aisladas con arma blanca. En total, 251 personas han perdido la vida en estos ataques.

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