Sábado 19 de octubre de 2019
César Gutiérrez Calvo, presidente de la Federación Empresarial de Asociaciones de Agencias de Viaje Españolas (Fetave), hace hincapié en la gravedad de la situación, ya que es justo esta semana cuando se ha abierto el proceso para elegir el destino, por lo que "no podía haber pasado en peor momento".
"Hay lista de espera en unos destinos mientras que en Cataluña hay un parón", señala Gutiérrez, que recuerda que el perfil de viajero del Imserso "quiere, más que ningún otro, calma y tranquilidad, y sentirse querido en el destino, no agredido. No quiere acabar saliendo de un autobús y teniendo que arrastrar su maleta por una carretera".
Los hoteleros que viven de la ocupación de los turistas del Imserso "se van a encontrar con una situación complicada, pues ya arrastran los problemas de 2017 (cuando se produjo el referéndum ilegal)", dice Gutiérrez. Ese año fue el primero en el que se quedaron plazas libres en Cataluña sin cubrir. El 50% no se ocupó.
En 2018 no se llegó a remontar, pero lo peor, dice Gutiérrez, "es que es un destino que está decreciendo, está cogiendo mala fama entre estos viajeros".
"Lo llamativo es que hay gente que ha preferido quedarse en lista de espera, o no viajar, mientras que hay destinos muy atractivos en la costa catalana que están libres. Nadie quiere ir a un sitio donde no le quieren", dice el presidente de Fetave.
Para hacerse una idea de lo disuasorio que puede llegar a ser este conflicto político sólo hace falta remontarse a los meses posteriores al referéndum del 1 de octubre de 2017. Entonces dejaron de llegar 185.000 turistas. Desde esa fecha hasta febrero de 2018 se perdieron 319 millones de euros de actividad por los problemas en Cataluña.
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