REDACCION | Viernes 17 de enero de 2020
La ansiada meta del Dakar 2020 ya asoma en el horizonte de SsangYong Motorsport. Óscar Fuertes y Diego Vallejo han completado este jueves la undécima y penúltima etapa de la carrera más dura del mundo, de 744 kilómetros (379 cronometrados). Una incidencia en la arena les ha hecho perder más tiempo de la cuenta, pero aun así el Korando DKR ha reforzado la 25ª posición en la general.
En efecto, antes de esta etapa, el piloto madrileño y su copiloto gallego –que, además, siguen siendo el tercer mejor equipo español clasificado– aventajaban en 27 minutos a su perseguidor más inmediato, margen que al término de la jornada entre Shubaytah y Haradh se había ampliado hasta 41 minutos y 25 segundos. No obstante, la competencia en este Dakar es tan fuerte que el resultado no está ganado, ni mucho menos, ya que por detrás del Korando DKR se encuentran varios pilotos y máquinas de primera fila que no permitirán que la pareja española baje la guardia.
Este penúltimo reto del Dakar incluía casi un centenar de kilómetros seguidos de dunas, dentro del inmenso desierto apodado Empty Quarter, o “lugar vacío”. “Era un día complicado, que ha empezado con 200 kilómetros de dunas, blandísimas y con muchas roderas”, explica Fuertes. En una de ellas, el piloto madrileño y su copiloto gallego han quedado atascados, pero el trabajo conjunto de Fuertes y Vallejo les ha permitido reanudar la especial después de apenas media hora perdida.
Los de SsangYong han seguido adelante sin arriesgar y han terminado la jornada en la 41ª posición, después de casi 6 horas de carrera. “No hemos tomado ningún riesgo, porque vemos la meta muy cerca y eso es lo más importante ahora mismo”, valora el copiloto Diego Vallejo. En los últimos 100 kilómetros de la especial, el panorama ha cambiado y las dunas han dado paso a las extensiones de arena. “El roadbook decía que el piso estaba bastante bien y eran rumbos largos, así que ahí corrimos un poco y también recuperamos algo”, añade el copiloto lucense.
Un día más, Fuertes y Vallejo han vuelto a alabar el comportamiento del Korando DKR, que han calificado de “excepcional”. En su estreno en competición, directamente en la carrera más dura del mundo, el vehículo de la marca coreana está haciendo gala de una gran fiabilidad, combinada con un ritmo suficiente como para soñar con un excepcional top 25.
Sin embargo, antes habrá que salvar un último obstáculo, la especial que este viernes ha de llevar a los supervivientes desde Haradh hasta Qiddiya, muy cerca de la capital saudí, Riad. La etapa distará mucho de ser un mero trámite, ya que las pistas de tierra se combinarán con la arena y los últimos cordones de dunas en una especial de 374 kilómetros cronometrados, casi la misma distancia que la penúltima. “Nos queda sólo un empujoncito”, asevera Óscar Fuertes, muy animado ante el último reto que este Dakar plantea a SsangYong Motorsport.
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