Lunes 17 de febrero de 2020
La coalición progresista no da alas electoralmente al PSOE. Tres meses después de las elecciones y a pesar de las primeras medidas estrella estrenadas por el Ejecutivo de coalición en su primer mes de gobierno, Pedro Sánchez no logra sacar rédito de la unión y pierde ya casi 600.000 votantes. Además, el presidente del Gobierno falla en su objetivo de fagocitar al bloque de la derecha con la subida de PP y de Vox de cinco escaños. Podemos sí rentabiliza su entrada en el Consejo de Ministros arañando un escaño más.
El cómputo de seis escaños que suma Pablo Casado, Santiago Abascal y Pablo Iglesias, lo pierde Sánchez. La subida de los extremos perjudica al PSOE.
La realidad es que los datos demoscópicos confirman la resta en la balanza a causa de la negociación de Sánchez con los partidos independentistas. De los 598.199 votos que pierde a día de hoy el PSOE, hasta 156.000 de ellos se decantarían a día de hoy por opciones de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) , y otros 412.000 se sumarían al bloque de la abstención, siendo el partido que más pierde por esta vía, según la encuesta de NC REPORT para LA RAZÓN realizada entre el 6 y el 14 de febrero. Por la izquierda, Sánchez cede ya 55.000 apoyos a Iglesias. En la balanza no suma la aceptación del PSOE de sentarse a negociar con ERC para salvar la Legislatura. Las cesiones al president Quim Torra con más financiación autonómica y una inyección económica para los Mossos, entre otras, son pasos que los socialistas han penalizado.
El segundo partido de gobierno, por el contrario, no acusa desgaste en su primer mes en La Moncloa. Es más, en el cuartel general morado rentabilizan ya la entrada de Pablo Iglesias en el Gobierno. Sumarían solo un escaño, aun perdiendo hasta 19.231 votos respecto a las elecciones.
La radiografía electoral desde el 10-N confirma que la hoja de ruta seguida por La Moncloa de fagocitar con una política de confrontación a los partidos de la derecha no funciona. El PP suma entre tres y cinco escaños y Vox entre dos y cuatro diputados más. En Génova reconfirman que Cs no es una amenaza a día de hoy, pues solo se irían 27.000 votantes. Más peligro, más a la derecha, supone Santiago Abascal que se llevaría hasta 99.000 populares.
Vox no cede a la izquierda ningún elector ni tampoco a Inés Arrimadas, mientras que la clave estará en certificar si sube o se mantiene el voto que regala al PP, hasta 80.000 votos ya. Casado es el dirigente que mejor fideliza a su electorado, hasta un 95,4% no tiene dudas de que volverá a votar al PP. Entre los votantes de Iglesias tampoco hay dilemas, pues un 94,8% muestra su aval. Los votantes de Cs son los menos constantes y solo siguen a la formación en un 72,2%. El resultado de Cs corrobora el interés de la estrategia de su líder de intentar extrapolar su «Mejor Unidos» en Cataluña, País Vasco y Galicia. Continúa en caída, dejándose dos escaños más. Hasta 133.000 electores abandonan el proyecto con destino Génova y 71.000 votos buscan a Abascal, mientras que 216.000 votos se resguardarían en la abstención.
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