OPINIÓN

Clases sobre sexo femenino para los mulás

Revista de Prensa.- El Mundo

Asistimos a una insólita iniciativa para modernizar sexualmente Afganistán con una manual sacado del Corán. Los imanes no entienden lo de la “marcha atrás” ni lo de las trompas de Falopio.

Miércoles 22 de octubre de 2014
Lo más explícito que se muestra en las clases de sexo para mulás son los dibujos de los ovarios, las trompas de Falopio y el útero de una mujer, y aún así algunos imanes lo consideran excesivo. “Hagan el favor de quitar eso ya”, dijo un mulá molesto, después de que el dibujo estuviera proyectado en una pantalla durante cinco minutos, mientras el profesor daba explicaciones sobre “los huevos que la mujer pone cada mes”. SIGUE

Y es que posiblemente aquel dibujo fuera lo más íntimo que los mulás hubieran visto hasta entonces en una mujer.

El sexo en Afganistán se practica a oscuras por regla general. Es impensable que una mujer se muestre desnuda ante un hombre, teniendo en cuenta que ir sin pañuelo en la cabeza ya se considera todo un destape, que en la calle ellas siempre van cubiertas de pies a cabeza y que incluso las cadenas de televisión afganas difuminan en las películas la parte de las imágenes donde se puede ver un escote femenino o los brazos de una mujer en manga corta.

Los afganos no parecen que estén por la labor de ponerse un condón. “Saque el globo con cuidado de la caja del envoltorio” dice literalmente la instrucción número uno de la caja de preservativos exclusivos para Afganistán que la asociación Marie Stopes International distribuye en el país.
“Cuando esté preparado para la relación sexual, cúbrase con el globo” es la segunda indicación. “Cuando acabe, sáquelo sin derramar líquido”. Y la más importante : “Para cada relación sexual, necesita utilizar un globo diferente. No use el mismo para varias veces”.

Marie Stopes International vende cada año dos millones de cajas en Afganistán. Una nimiedad en un país con 30 millones de habitantes. Según una encuesta realizada por la ONG entre 212 mulás el pasado mes de julio, sólo el 18,3% sabía que era un preservativo.

Los condones afganos se comercializan con la marca “Aramish” que significa paz y placer, y van empaquetados de tres en tres en una caja con el dibujo de un hombre con turbante, una mujer con velo, dos críos y unas palomas de la paz que recuerdan la estampa de la concepción de Jesús en el seno de la Virgen por obra del Espíritu Santo.

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