Martes 21 de abril de 2020
Lo denuncia este martes el diairio El País, el Gobierno de Sánchez trata de recuperar el dinero que pagó por los 640.000 test de antígenos que compró a través de un distribuidor español a la empresa china Bioeasy y que eran defectuosos.
Lo hace tras comprobar que los test con los que la compañía pretendía reemplazar a los originales (los defectuosos) que son de antígeno pero usan un método distinto, NO funcionan. Como ocurrió la primera vez, TAMPOCO estos test cuentan con la sensibilidad necesaria, es decir, tienen una alta probabilidad de NO detectar el coronavirus en una persona que esté contagiada. Jarro de agua fría y tremendo fiasco para el Gobierno de Sánchez que por SEGUNDA vez vuelve a tropezar en la misma piedra y con la misma empresa que ya "le engañó" con los primeros test defectuosos que apenas tenían una sensibilidad de un 30%, cuando según las especificaciones técnicas TENÍA que superar el 80%.
Bioeasy mandó una muestra de los test, que usan el método de la fluorescencia, y el Instituto de Salud Carlos III los sometió a análisis. Finalmente, al ver que NO contaban con la sensibilidad requerida, el Gobierno decidió cancelar completamente el pedido.
Sanidad ha confirmado a EL PAÍS que se ha iniciado un expediente de reintegro para recuperar lo que pagó por los test. El ministerio sigue SIN desvelar cuánto le costó el encargo a Bioeasy y QUIÉN es el misterioso intermediario español que hizo la operación.
Sanidad no está publicando los contratos de compras de material sanitario pese a que la Junta Consultiva de Contratación Pública, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha emitido un informe en el que asegura que debe hacerlo.
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