REDACCION | Lunes 27 de abril de 2020
Monseñor Atilano Rodríguez ha enviado una carta a todos los sacerdotes de la diócesis ofreciéndoles algunas reflexiones y propuestas en este tiempo de pandemia. Además de felicitarles conjuntamente la pascua de resurrección, el obispo les transmite algunas preocupaciones e indicaciones. En sus palabras ha querido reconocer las iniciativas pastorales de los sacerdotes para estar cerca de los fieles estos días y les anuncia la publicación, en breve, de una carta pastoral dirigida a todo el Pueblo de Dios.
El prelado se muestra preocupado por la situación económica por falta de ingresos de las parroquias, el propio obispado y, sobre todo, de Cáritas, especialmente en este momento en el que serán muchas las necesidades que la Iglesia tendrá que cubrir con sus servicios a los más necesitados. En la misiva reconoce la labor ingente de los trabajadores y voluntarios de la acción caritativa en este tiempo tan difícil, en el que, además, ha crecido el número de familias con necesidades y se han multiplicado también las solicitudes de los servicios en los programas que se vienen realizando: comida sobre ruedas, entrega de alimentos, atención a transeúntes y personas sin techo y otras.
Consciente de estas necesidades materiales en algunas parroquias y con ánimo de ayudar a los más pobres, el obispo ha pedido el compromiso concreto a los sacerdotes, al hilo de lo ya sugerido por la Conferencia Episcopal, para paliar entre todos, de alguna manera esta carencia de recursos, especialmente en relación con los que más sufren y sufrirán la situación que se ha originado por la crisis del coronavirus. En concreto les sugiere que la posible aportación económica sea lo equivalente a la paga extraordinaria.
El obispo les ha comunicado también la intención de que TRECE tv, gracias a la colaboración de una persona oriunda de Barbatona, propietaria de una productora de televisión, retransmita la misa desde allí el próximo domingo 10 de mayo, día en el que tendría que haber tenido lugar de Marcha Diocesana al Santuario de la Virgen de la Salud y que, lógicamente, debe suspenderse. Esta sería la primera salida del obispo de Guadalajara desde el confinamiento, para poner a los pies de la Virgen las intenciones de toda la diócesis y pedir por la salud de los enfermos y el descanso eterno de los difuntos.
Finalmente ha querido tener un recuerdo especial para los enfermos y para los residentes que viven en la casa sacerdotal, así como para los trabajadores de la misma, y ha encomendado a los sacerdotes y religiosos que han muerto en estos días por culpa del Covid-19.
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