REDACCION | Domingo 03 de mayo de 2020
La portavoz parlamentaria del GPP, Lola Merino, ha lamentado este domingo que Castilla-La Mancha esté afrontando la peor crisis de su historia con el peor gestor posible como es el presidente de la Junta, Emiliano García-Page.
De esta forma ha valorado la portavoz parlamentaria de los populares el pleno que tuvo lugar ayer en las Cortes Regionales en el que se pudo ver a un Page “prepotente, cansado, agotado y aburrido de Castilla-La Mancha”, que no fue capaz de decir nada significativo en un pleno interminable con un formato al estilo ‘Aló presidente’.
Así, Merino ha recordado que en el pleno de ayer, Paco Núñez dijo mucho más en sus algo más de 20 minutos de intervención que el Gobierno de Page en sus 3.600 minutos en formato ‘Aló presidente’. Por cierto, que ha aprovechado para recordar que el pleno fue una circunstancia excepcional que no implica la recuperación de la actividad parlamentaria ya que las Cortes Regionales seguirán cerradas por orden de Page, coartando así el derecho de la oposición a controlar al gobierno.
La portavoz del GPP ha insistido en que Núñez reclamó ayer la verdad sobre la crisis y la gestión sanitaria provocada por el coronavirus, reconoció la “impresionante” labor de los colectivos y la sociedad castellano-manchega, y propuso un documento con más de 200 propuestas para la recuperación de la región, unas propuestas nacidas del diálogo con la sociedad civil, los sanitarios, profesores, empresarios, autónomos, agricultores y ganaderos, comerciantes, hosteleros, ayuntamientos, tercer sector, residencias de mayores, mundo de la cultura, el deporte o la caza y los toros.
Por el contrario, y según Merino, Page demostró que le aburre Castilla-La Mancha, que le importan más los votos, las elecciones y su vida política que el bienestar de los castellano-manchegos. “Ayer vimos a un Page cansado y prepotente” al que no le importa la región ya que dedicó más tiempo a hablar de comunidades autónomas gobernadas por el PP que a su propia región. Y recordó que se trata de un político que vive sentado en la parte de atrás de su coche oficial “desde que acabó la mili” y “no quiere coger el volante de una región que llora, se quiebra de dolor por las muertes y sufre la censura y la pobreza”.
Por último, la portavoz parlamentaria ha indicado que Page no dedicó ni un segundo para reconocer la labor de los castellano-manchegos en esta crisis, ni a reconocer el grito desesperado de los que piden test masivos para saber si están sanos o no e ir a trabajar con la seguridad de no estar propagando el virus.
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